Langostinos a precio de lubina. Es lo que se puede encontrar estos días en la lonja de Burriana. Y es que el preciado crustáceo ha llegado a pagarse a un mínimo de 12 euros el kilo, cuando en la época en la que consigue el mejor precio, en las proximidades de la Navidad, puede alcanzar los 80 euros sin grandes dificultades.

Los expertos argumentan que el motivo de este descenso se encuentra en que este año las capturas han experimentado un crecimiento notable y, a más oferta, menores valores de mercado.

Tanto es así que uno de los pescadores de trasmallo que van en su búsqueda, José Gavara, patrón del Falcó I, asegura que están “capturando fácilmente el doble de langostino que en otras campañas y, además, hasta la fecha, en aguas próximas a tierra y muy limpias, por lo que no nos da demasiados problemas”. No obstante, “el precio no acompaña”.

Aun así, el aumento de capturas, unido a un ejercicio no demasiada bueno para el sector, hace que lo vean con buenos ojos: “Se agradece tener unas jornadas en los que regresas a puerto con estas importantes capturas”.

EL PRECIO // Pero el responsable del Falcó I manifiesta a este periódico que otras temporadas el langostino, por estas fechas, solía pagarse en torno a los 25 euros y que, “cuando era joven, llegaban a 5.000 pesetas (30 euros)”.

Las embarcaciones de trasmallo salen a puerto a calar a primera hora y, a media mañana, ya van en busca de las redes. Entonces, regresan a puerto y son las primeras en tener la mercancía lista para la subasta de la tarde, que es donde se fija el precio definitivo. La pasada semana, en las pescaderías se llegaron a vender incluso por debajo de los 18 euros.

Con el paso de los días, la proximidad del verano y el aumento de la temperatura del mar, poco a poco, tendrán que ir a buscarlos a aguas más profundas, aunque no es eso lo que más les preocupa a los pescadores, sino que luego consigan un buen precio. H