Las personas con movilidad reducida y de avanzada edad de Almenara lo tienen ahora más difícil todavía para subir al tren. Los recortes de personal de Renfe han afectado a la estación de la localidad, en la que solo hay un empleado trabajando, detrás de la ventanilla de venta de billetes.

El Ayuntamiento mantendrá hoy una reunión con los responsables de la compañía para expresar el malestar “por el mal servicio que está prestando”. Según explicó la teniente de alcalde, Estíbaliz Pérez, “el principal problema es que la rampa que se coloca entre el arcén y el ferrocarril para que puedan acceder los usuarios en silla de ruedas tiene que ponerla el afectado, ya que no hay ningún empleado que realice esta función, porque el vendedor de tíquets tampoco la coloca”.

Asimismo, denunció que “cuando el trabajador termina su horario, cierra el ascensor y deja este servicio sin uso hasta el día siguiente. Esta prestación es más que necesaria porque hay personas mayores que no pueden subir por las escaleras y menos los vecinos con poca movilidad”.

El presidente del Club d’Esports Adaptats de Almenara, Cristian Roig, mostró su indignación porque no les “han dado ninguna explicación y hay un colectivo importante que está afectado”.

TESTIMONIO DIRECTO // Francisco Domingo da fe de sus problemas. Es un joven de la localidad que va en silla de ruedas y relató que hace unos días bajó del tren y se encontró “con la sorpresa de que el elevador estaba clausurado”.

“Me sentí impotente porque en el apeadero no había nadie y por la escalera no podía descender. Tuve que llamar a unos amigos para que viniesen y me ayudara”, señaló, criticando que “es una situación lamentable, soy un afectado más, ya que hay más ciudadanos que están sufriendo esta circunstancia, como las mujeres que llevan carritos, por ejemplo”. Por ello, reclaman que se tenga en cuenta la accesibilidad en el apeadero para estos vecinos. H