Los expertos lo tienen claro: el retraso en el corredor mediterráneo, cuya fecha de finalización no está clara (más allá de la llegada del AVE a Castellón el próximo año, no se sabe cuándo estará concluido el tramo Castellón-Vandellós), hace que Cataluña tome ventaja para captar negocio en el mercado logístico internacional.

Así lo destacan los doctores en Ciencias Económicas y Geografía César Camisón y Josep Vicent Boira, autores del informe que el miércoles pasado presentó la Asociación Valenciana de Empresarios. El documento señala que “mientras Cataluña parece tener asegurada la vertebración de su territorio” a través del Corredor, incluso con doble plataforma en buena parte de su recorrido, en la Comunitat siguen “en pie” todas “las dudas” respecto a la ejecución de la obra. Esta ventaja de la comunidad vecina le otorga “una posición privilegiada en el transporte internacional e intermodal de mercancías por vía marítima y terrestre”, trascendental para captar flujos de negocio.

El informe destaca además el apoyo que el Gobierno está prestando a otros ejes ferroviarios, “al considerarlos todos compatibles e igualmente irrenunciables”. El documento alerta de que el Ejecutivo central apoya incluso corredores que no han sido considerados prioritarios por la Comisión Europea, como “el corredor central de los Pirineos”. En este sentido, el informe recoge que el Ministerio de Fomento prevé invertir 49.800 millones de euros en todos los corredores ferroviarios hasta el año 2020, de los que solo 6.543 son para el eje mediterráneo (y hasta el 2024), una inversión que califica de “raquítica”. De ellos, apenas 800 irán al tramo Valencia-Castellón. H