El mediocentro que estaba atado desde el sábado es Marc Castells (no confundir con su hermano Cristian, central, que se ha enfrentado al Castellón varias veces; la última, hace unos meses, con el Cullera), que ayer ya se ejercitó a las órdenes de Ramón María Calderé, quien ya había anticipado, tras la victoria frente al La Nucía, la inminente incorporación de este futbolista de Sueca (Valencia), de 24 años.

A diferencia de los últimos en llegar a Castalia, Castells podría jugar el domingo (16.30 horas) en Alzira, si Calderé quiere pero, sobre todo, si llega el transfer. “Solo he estado parado siete días. Podía haberme esperado al mercado de invierno en Segunda B o salir otra vez al extranjero, pero la oferta del Castellón me interesaba mucho en lo económico, en lo deportivo, por estar cerca de casa...”, enumera.

Aun en Tercera, Castells es consciente de haber llegado a una plaza difícil, lo cual no es nuevo para él. “Ya he jugado en Oviedo y El Ejido, con grandes aficiones detrás y con la obligación de estar arriba”, certifica.

Aunque estuvo el sábado en Castalia para cerrar su incorporación, no vio el duelo frente al La Nucía, debido la mudanza. Con todo, ha visto un vídeo del anterior partido en casa (Novelda): “Tenemos un buen equipo, con grandes jugadores”. ¿Qué puede, pues, aportar él? “Equilibrio y acelerar la transición defensa-ataque”, señala. H