Jesús Zapata, segorbino de nacimiento, es un libro abierto en la historia actual del CD Segorbe. Si la entidad cuenta con 80 años de historia, los últimos 49 años han contado con su presencia y colaboración casi permanente.

Como jugador, ocupó la portería, siempre en equipos de la localidad sin llegar a estar federado con el equipo titular. Por ello, su faceta ha estado ligada siempre en la dirección del equipo blanquillo, ocupando cargos de delegado de equipo y directivo, de forma alternativa o conjugando los dos puestos a la vez.

Por si fuera poco, siempre ha estado en entrenamientos, realizando tareas de fichaje de jugadores, utillero, masajista, o sea, ayudando desde cualquier puesto dentro de la estructura del club. Este trabajo incansable le ha servido para recibir cuatro reconocimientos públicos y dos del propio CD Segorbe.

Su labor como directivo comenzó en 1965, con Carlos Vicente Devesa como presidente, estando el equipo en Tercera Regional. Continuó con Andrés Ibañez en los ascensos a Segunda y Primera regional. También vivió en primera persona los sucesivos ascensos a Preferente. El que recuerda con más alegría fue el de junio de 1989, con Pedro Bolós al frente de una gestora y Salvador Mut como entrenador.

Si este ascenso fue una de sus mayores alegrías deportivas, la nota negativa la encontró años más tarde coincidiendo con otro ascenso. “Era el último partido de Liga frente al Móncofar y se logró el triunfo por 5-0, obteniendo el último ascenso en la temporada 2006/07 a Preferente que ha logrado hasta hoy el club. Mi hijo, Jesús, defensa lateral fijo toda la temporada, y siendo yo el delegado del equipo, el entrenador, no lo alineó. No existía ningún motivo que lo impidiese. Dicen que fue como castigo a mi actitud por criticar a la directiva”.

Para Jesús Zapata, “el club siempre ha estado por encima de mis intereses personales y me siento muy contento y orgulloso de poder estar colaborando con el Segorbe tantos años. Tras el nacimiento de mis hijos y mis nietos, que son mi mayor alegría, el trabajo realizado a lo largo de tantos años, me siento muy satisfecho, por haber colaborado desde la base hasta el primer equipo”.

En estos momentos comienza a dejar lastre en cuanto a responsabilidades deportivas, pero sigue estando ligado por la saga Zapata que continúa. Su hijo Jesús, exjugador del Segorbe, es hoy entrenador de 2º nivel y está al frente del B y las dos anteriores temporadas con el primer equipo. Sus nietos practican el fútbol competitivo; el mayor Jorge milita en el Valencia B juvenil; José juega en el alevín A del club che y la nieta María Chanza Zapata es una pieza principal en el equipo femenino del Segorbe.

Analizando lo que es hoy el fútbol aficionado, se muestra muy negativo en cuanto a su evolución. “En líneas generales está muy deteriorado, no hay taquillas, pocos socios y sin patrocinadores. Gracias a las escuelas deportivas, donde los padres aportan una cantidad, los clubs obtienen un 10% de esos ingresos que destinan básicamente a poder sustentarse”. H