No hay título fácil, aunque seas el máximo favorito a conseguirlo. Por ese motivo hay que darle toda la importancia que tiene al Campeonato de España de voley playa conquistado por Pablo Herrera en Fuengirola junto con su compañero Adrián Gavira.

La demostración de que no es nada sencillo proclamarse campeón es que la mejor pareja española no había ganado esta competición desde el 2011. Pero también quedó patente en la última jornada, ya que tanto en la semifinal como en la final se decidió todo en el tercer set.

Herrera y Gavira demostraron esta condición y con el triunfo en el Nacional siguen haciendo historia, ampliando su palmarés esta temporada, tras proclamarse hace tres semanas campeones del Open de Biel (Suiza), puntuable para el Circuito Europeo. Con el paso de los torneos y las buenas actuaciones demuestran que las lesiones que ambos han padecido en los últimos años están totalmente olvidadas.

Pero lo más importante de todo es que a dos años de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro siguen estando entre los mejores del mundo y también están teniendo una destacada actuación en el World Tour. Volver a estar en una cita olímpica es el sueño de los dos y por ello van a luchar. Está claro que se van a esforzar al máximo, de eso no me cabe ninguna duda, y se repetiría la pareja de Londres 2012. No obstante, para Herrera serían sus cuartos Juegos, en los que debutó con una plata en Atenas, ahora hace una década. Van a conseguirlo. H