Los árbitros de la provincia se reunieron a comienzos de semana para tomar medidas contra los actos de violencia e insultos a los que se están viendo sometidos. Mediterráneo se puso ayer en contacto con el delegado de los colegiados en Castellón, Enrique Lluna, y constató la preocupación que existe en el colectivo: «Todos los años han pasado cosas, pero se están repitiendo varios incidentes que nos han obligado a tomar medidas».

Lluna admite que «los insultos racistas en la Salzadella, una pelea en un campo del Chencho y una persecución a un árbitro en moto hasta que salió del pueblo han desatado la preocupación» en los árbitros, que tras reunirse han decidido «notificar todos los insultos en el acta porque se están tomando como algo normal en campos en los que hay menores y no lo es en absoluto».

El delegado de los colegiados en la provincia reconoce a su vez que los trencillas «se han asustado», pero considera que tras las decisiones adoptadas las aguas han vuelto a su cauce: «Creo que a partir de ahora cambiará la situación. Todos se están concienciando poco a poco para que no haya más incidentes desagradables». Añade Lluna que tras la reunión, «se ha conseguido tranquilizar a todo el colectivo».

APOYO INSTITUCIONAL // Entre las próximas iniciativas que se llevará a cabo desde la delegación de árbitros está la de reunirse con las autoridades competentes para acordar las medidas oportunas que pongan fin a esta lacra en los campos de fútbol. «Las instituciones tienen que tener un papel de mediación en esto y espero reunirme con los concejales de Deportes y Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Castellón, con el subdelegado del gobierno y el diputado de Deportes».

Enrique Lluna subraya que los jugadores, técnicos, aficionados y árbitros «salen a campos de fútbol y no a campos de violencia», por lo que incide en que «aunque no ha habido sangre», no se permitan actos como los que han sacudido el fútbol provincial las últimas semanas: «Los delegados de campo tienen que ser los primeros responsables, pero lo importante es concienciar a la sociedad en general, empezar por la base, pues los más pequeños con el fútbol también se están formando en valores deportivos».

Destacar que clubs como Joventut Almassora o San Pedro ya se han solidarizado con un colectivo que «ha dicho basta ya».