A nadie en la expedición madridista se le pasa por la cabeza perder la final del Mundial de Clubs que se disputa esta noche en Marraquech (20.30, Cuatro) contra el San Lorenzo de Almagro. Los madridistas quieren a toda costa su cuarto título en un año, algo inédito en la historia del club. El cuadro de Carlo Ancelotti aspira no solo conquistar este trofeo por primera vez sino también mostrar una mejor imagen que la exhibida en el partido de semifinales contra el Cruz Azul mexicano. Abandonar Marruecos con las manos vacías supondría una tacha imborrable en el currículum blanco. La racha de 21 victorias consecutivas y la teórica inferioridad de un rival que las pasó canutas contra el semiprofesional Auckland City parecen aval suficiente para un Madrid que tendrá el apoyo incondicional del público local.

Ancelotti no quiso responder a las declaraciones vertidas desde San Lorenzo, que acusaban a Pepe de ser un jugador violento. El italiano, siempre comedido, prefirió centrarse en el partido: “La calidad no basta para ganar una final. Hay que hacer un partido completo para cerrar bien el año”. El Madrid podrá contar finalmente con James Rodríguez. El que será duda hasta el último momento es Sergio Ramos.

CAMBIO DE ÁRBITRO // El técnico del Real Madrid rehusó valorar también el cambio en la designación del árbitro. Y es que el guatemalteco Walter López dirigirá finalmente la final del Mundial de Clubs. La designación llega después de que Matías Lamens, presidente del San Lorenzo, mostrara su preocupación porque sospechaba que iba a ser designado el colegiado luso Pedro Proença, que dirigirá el partido por el tercer y cuarto puesto entre el Cruz Azul y el Auckland. “Nos parecería más lógico que no fuera portugués sino de otro continente, ni europeo ni sudamericano tampoco. Vamos a trabajar en ello”, manifestó el mandatario del club argentino hace unos días. H