El Villarreal no tiene otro remedio que esperar hasta última hora para conocer cuál será el equipo que José Molina ponga mañana de inicio ante el Real Zaragoza, en un partido importante para empezar a marcar distancias significativas con respecto a la zona de descenso, en estos momentos a unos inquietantes tres puntos de los amarillos.

En una semana muy complicada por culpa de los problemas físicos de varios futbolistas --ya son baja definitiva para la Romareda Marco Ruben y Mateo Musacchio y se han recuperado a tiempo Gonzalo Rodríguez, Borja Valero y Bruno--, la ausencia en el entrenamiento de ayer de Nilmar y Joan Oriol hicieron saltar las alarmas en la sesión a puerta cerrada celebrada en el Madrigal. El delantero brasileño sigue arrastrando unas inoportunas molestias en los adductores, mientras que la pubalgia del lateral zurdo remite, pero no en la intensidad que sería deseable.

joselu y costa, a la espera // Si Molina tuviera que apostar, sin duda lo haría por la presencia de ambos mañana. Pero la realidad obliga a mantener toda la cautela. “Van mejorando y esperamos que sí estén, pero lo cierto es que en estos momentos no lo sabemos. Hay 24 horas por delante hasta el último entrenamiento y entonces decidiremos”, explicaba el técnico, que mantendrá hasta la sesión de hoy en la disciplina del primer equipo a los jugadores del filial Joselu y Jaume Costa, los dos jugadores con opciones de ser titulares en Zaragoza si, en el peor de los casos, se confirmaran las ausencias de Nilmar y Oriol. “Joselu ya ha demostrado que está preparado para jugar en Primera División; y Jaume (Costa) tendrá una buena oportunidad, si se presenta, para demostrarlo”, defendía el preparador amarillo.

UN PARTIDO COMPLICADO // Molina --que también estará hoy pendiente de la evolución del paraguayo Hernán Pérez, que se recupera de un esguince en el tobillo izquierdo-- espera las recuperaciones de Nilmar y Joan Oriol en su equipo para poder sacar ante el colista de Primera División el once más competitivo posible, y del Zaragoza espera que plantee “un partido muy complicado, sobre todo en el inicio, cuando han conseguido que sus rivales se encontraran lances muy intensos y duros”. “Después, es verdad que cuando los partidos se les han puesto en contra lo han acusado, pero solo podremos sacar provecho de su mala situación si jugamos bien; de lo contrario será imposible. Lo primero que debemos hacer es dar una buena imagen y si es posible ganar”, analiza Molina, que pide a los suyos “mucha concentración y estar rápidos con el balón para poder hacerles daño”.

LOS PUNTOS NEGROS // Por último, Molina quiere desdramatizar dos carencias del equipo, patentes durante la mayor parte de la presente temporada. Una, las facilidades en defensa, que se agravaron en Mallorca (cuatro goles encajados en el Iberostar Estadi) y volvieron a repetirse por momentos durante el último choque frente al Athletic en el Madrigal (2-2). “Mantener la puerta a cero no es una obsesión; se puede ganar encajando goles. Solo defendiendo no se ganan partidos, hay que ir al ataque también”, sostiene.

Otra, la negativa estadística a domicilio de los amarillos, con solo una victoria en todo lo que llevamos de Liga, la conseguida en la visita al complicado Sánchez Pizjuán (1-2). Molina prefiere verlo desde una vertiente más positiva: “Desde que cogí al equipo hemos jugado tres partidos fuera y hemos ganado uno. Si volvemos a vencer supondría el 50% de los partidos a domicilio ganados, así que no estaría tan mal. A ver si podemos parar el que se hable tanto del tema”. H