El fútbol no es una ciencia exacta ni entiende de justicias. Al final, prevalece el resultado, que no suele reflejar el devenir de los noventa y pico minutos de cada partido. El Castellón puede dar buena fe de ello en las últimas jornadas, en las que los futbolistas se han imbuido de ese carácter agonístico que acompaña la propia subsistencia de la entidad en el lustro (eufemísticamente hablando) más reciente. Sea como sea, ese gen más competitivo que parecía dormido y esa capacidad de sufrimiento que le lleva a dar un paso al frente cuando todo está perdido, está detrás del propio comportamiento del equipo que, sin esa capacidad de superación mostrada desde la llegada de Kiko Ramírez, posiblemente ya habría dicho adiós a la perspectiva de luchar por subir.

siempre AL LÍMITE // Con el tarraconense, los orelluts llevan cuatro victorias y una derrota. Todo al límite, como demuestran los marcadores ajustados (siempre un gol arriba o un gol abajo). O las reacciones imposibles frente al Elche B (del 2-0 al 2-3 en poco más de 15 minutos, con dos tantos más allá del 90) o la del domingo, en la que las dianas de Antonio Martínez y, sobre todo, la de Pruden Sáez reflejan la inverosimilitud de las remontadas.

El desarrollo y, principalmente, desenlaces de estos encuentros no dejan sensaciones iguales a las de victorias con más holgura. Desde luego, lo tienen todo como para estampar el sello a esta temporada: casi un año sin voltear completamente un marcador adverso y, en un mes, dos con las características tan peculiares, que han provocado un subidón, tal vez más en cuanto a lo emocional que en lo clasificatorio, porque el Castellón todavía está en mitad de la tabla, a cinco de la zona de play-off y a 13 del liderato. Pero todo cuenta, porque prepara a la plantilla para todo. En teoría.

La racha de Ramírez (12 puntos sobre 15), con todo, no le ha permitido convertir a su equipo en el mejor de este tramo otoñal, precisamente por la diferencia de goles, porque los marcadores tan ajustados no le han permitido estirar el golaveraje (+3). Atlético Saguntino y Ontinyent, los dos primeros de la clasificación, también encabezan este ránking, con +7 y +5, respectivamente.

A ‘TIRONES’ // Para acabar de estabilizar la transformación, el Castellón necesita acercarse a esa cuarta plaza, si es posible antes de que la competición llegue a su ecuador mejor. Afronta ahora un extraño mes, con un doble parón (primer y cuarto fin de semana de diciembre, por la Copa de las Regiones de la UEFA que afronta la selección valenciana amateur y las Navidades, respectivamente). Benigànim, Buñol, Paterna y Recambios Colón (segundo y cuarto en Castalia) son compromisos que el albinegrismo ve factibles, sobre todo después de venir de donde se viene. Porque aunque el partido a partido es dogma de fe del vestuario, el final de la primera vuelta siempre es un momento propicio para hacer análisis y extraer conclusiones... H