El tiempo ha dado la razón al Villarreal. La arriesgada decisión de ceder a Enes Ünal para obtener en el Levante los minutos que se le negaban en el primer tramo de la temporada en el Villarreal está dando el rendimiento apetecido, que no era otro que el de conseguir que el delantero turco pudiera entrar con asiduidad en las rotaciones ofensivas de Javier Calleja en la segunda y decisiva parte de la temporada. Ünal ya no solo es una opción para Calleja, sino que la salida de Cédric Bakambu con dirección a la Superliga china el pasado mes de enero y la lesión de Sansone, que se ha alargado más de lo esperado, le han colocado el cartel de titular desde su regreso de Orriols a principios de año, condición que comparte con Carlos Bacca, al que el otomano está complementando en este tramo de la temporada en la que el colombiano está encontrando más dificultades para perforar las porterías contrarias.

Ünal ya ha doblado la cantidad de minutos que disputó en la primera parte de su etapa amarilla (255 hasta su cesión para superar ahora los 500) y las dudas del principio las está cambiando por puntos. Con el tempranero tanto del pasado domingo ante el Getafe, el delantero de 20 años ha otorgado directamente cuatro puntos a su equipo. Nada más llegar, Enes Ünal marcó ante el Deportivo para conseguir el punto con el que el Villarreal estrenaba el 2018 en el Estadio de la Cerámica. A ese reencuentro con el Submarino el internacional otomano añadió mucho trabajo en la punta del ataque, aunque sin el premio del gol. Este llegó en la última jornada, con el remate a bocajarro ante Guaita que otorgó tres puntos vitales para la pelea por la plaza europea… con la inestimable colaboración de Asenjo, «un portero increíble» y que da «mucha seguridad al resto del equipo», puntualiza Ünal.

UN GOL DECISIVO / Nada más acabar el choque ante el Getafe, en su quinta titularidad desde su regreso del Levante —en tres ocasiones ha completado los 90 minutos-—, Enes Ünal se dio cuenta de la importancia de su tercer gol oficial con la camiseta del Villarreal —en la lista del pichichi añade otro como granota—. «Era clave sumar esos tres puntos, sobre todo después de varios partidos que no se nos deberían haber escapado», comenta el turco sobre la racha sin ganar del equipo amarillo ante el Betis, el Alavés y el Espanyol en la Liga, a la que se unieron las dos derrotas en la Europa League frente al Olympique de Lyón. Por fin, el joven jugador se sentía clave en el fútbol español —«nos dio mucha ventaja poder marcar en los primeros minutos»—, aunque el árbitro del encuentro, Sánchez Martínez, a punto estuvo de transformar la alegría del triunfo en tragedia con los dos severos penaltis que se encargó de dejar en nada Asenjo. Sin embargo, Ünal mantiene la compostura. «No quiero comentar nada sobre el árbitro», se limita a decir cuando se interroga al futbolista sobre la cuestión arbitral.

Ünal prefiere dejar atrás el pasado y mirar con optimismo hacia el futuro. De la etapa anterior, el delantero solo se queda con lo positivo y con la certeza de que la cesión en el Levante le permitió «mejorar, tanto en la adaptación como con el idioma». Un punto, este último, básico para explicar la transformación que ha sufrido sobre el terreno de juego. Del Ünal tímido y hasta algo apático del principio de Liga apenas quedan vestigios. Su cada vez mayor dominio del español le hace sentir plenamente integrado en el grupo de Calleja. «Me siento mucho mejor ahora que me puedo comunicar con mis compañeros tanto dentro como fuera del campo», asiente un Enes que, por supuesto, también atribuye a las oportunidades que le está dando el míster su metamorfosis. «Juego más minutos y por tanto tengo más confianza», admite.

LA VISITA A IPURUA / Ante el Eibar, mañana (21.30 horas en Ipurua), espera que sigan las buenas sensaciones en un encuentro ante otro rival directo por repetir presencia en Europa la próxima temporada y contra el que el «único objetivo debe ser la victoria». El turco se siente con fuerza para seguir siendo un jugador decisivo para el Submarino amarillo. Lo peor, la inadaptación de sus primeros meses, ya ha pasado. «Fue difícil llegar a una Liga tan fuerte como la española con tan solo 20 años; fue un gran salto», dice un Enes Ünal dispuesto a «seguir aprendiendo» para convertirse también en España en el killer que demostró ser la pasada campaña en Holanda (18 goles).