Este Castellón no tiene ni un mes de vida (la pretemporada comenzó el 23 de julio). Un Castellón en el que solo seguían seis jugadores de la pasada temporada (ahora son siete, con el retorno de Yagüe) y al que han llegado hasta una quincena de incorporaciones de la más diversa procedencia. Así que Joan Esteva, además de ensamblar tanta pieza desde el aspecto futbolístico, también debía acelerar el proceso de socialización de unos y otros. Desde luego, entre todos lo han conseguido, pues todos constatan el excelente ambiente del vestuario.

Ramón Moya, el principal responsable de la remodelación de la plantilla, ha utilizado el término de “limpieza psicológica” a la hora de explicar el motivo de la marcha de tantos jugadores de la pasada temporada, algunos nombres ilustres y de especial calado en la grada. Uno de los que no lo hicieron, de los que siguen, se refiere a cierta autocomplacencia de esos que ya no están, una situación con la que tendían al acomodamiento. No es el caso, insiste, de los que han venido, la mayoría de ellos, pese a la mezcolanza, con un denominador común: rondar o haber dejado atrás, hace poco, la veintena.

La redes sociales dejan, hoy en día, constancia de prácticamente todo. Así, el aficionado albinegro, a la vez que seguía las evoluciones de los recién llegados en los amistosos que han jaleado este último mes, conocían aspectos de la personalidad de los mismos a través de las fotos y las impresiones que han ido dejando.

VECINDAD // En estas semanas, los jugadores han hecho piña en los momentos en los que se han juntado para afrontar entrenamientos o partidos, pero también por razones personales. La proximidad en la que viven la mayoría de ellos (el club los ha juntado en pisos de alquiler cercanos al Ribalta) es otra de las razones por las que hacen mucha vida en común antes y después de los compromisos estrictamente futbolísticos: para comer o cenar, para ver partidos, han ido a la playa juntos...

¿Quién es quién en el vestuario? Uno de los que lleva la voz cantante es Omar, que siempre crea un ambiente distendido. Pablo Carrascosa está ayudando a Gaby, el padre del Castellón a sus 34 años, con el que viene del Paterna, a centrar a todo el mundo. Sin olvidar tampoco a Guille Vázquez, cuya capitanía le ha llevado a dar un paso al frente. También destaca la frescura de Cana, la tolerancia de Zarate (blanco de las bromas de sus compañeros por su carácter típicamente vasco)...

En síntesis, el Castellón tiene mucho avanzado, pese a que el equipo es totalmente nuevo. H