Dos semanas de su vida irrepetibles. Es lo que ha supuesto la cuarta edición de Medipinas para el equipo de estudiantes de Medicina del CEU que, dirigidos por su profesora, la cirujana Belén Merck, han participado recientemente en la misión humanitaria que impulsa esta universidad en Filipinas.

Marta Rodrigo, Raquel Carreres, Paula López de Turiso, Valentín Henarejos, Jorge Alonso Arnal y Samuel Navalón conforman este joven equipo solidario que ha puesto todos sus conocimientos, destrezas y vocación al servicio de las personas más vulnerables del país asiático.

El resultado sanitario: casi 300 personas han podido acceder a la atención especializada de un cirujano; 20 intervenciones quirúrgicas mayores; y 96 intervenciones bajo anestesia local. Los gastos de material y anestesia se han cubierto con donaciones de particulares relacionados con la universidad.

Y el resultado humano, incalculable. Así lo cuenta Raquel Carreres: «Ha sido una experiencia única. Hemos visto las dos caras de la moneda: lo bonito que es ayudar a nacer a un niño, pero también los ojos apagados de una persona al presentarse a la consulta con una patología que en España nunca veríamos, porque tenemos medios para evitarla». «Te das cuenta —continúa— de muchas cosas que no valoras a fondo cuando estás en tu zona de confort. Y aprendes que probablemente la receta de la felicidad es mucho más sencilla de lo que creíamos».

En similares términos se expresa su compañero Jorge Alonso Arnal. El estudiante considera que la experiencia les ha servido «para fortalecer conocimientos, perder miedos» y darse cuenta de que «hay que formarse muy bien para poder dar lo mejor de sí mismo». «Ha habido días tan duros que hasta se nos caían las lágrimas. Hemos visto estadios de enfermedades que solo aparecen en libros. En esos momentos se te caía el alma a los pies, pero también aprendimos que no nos podíamos derrumbar y que teníamos que estar contentos por la labor que estábamos haciendo», añade el futuro médico.

Diario de un nuevo reto

En esta cuarta misión, el equipo humanitario del CEU ha trabajado en una zona diferente de Filipinas, concretamente en la ciudad de Iriga; en otro hospital, Santa Maria Josefa Hospital Foundation; y con otras grandes colaboradoras, las Hermanas Siervas de Jesús de la Caridad.

El reto solidario comenzaba el pasado 2 de febrero. Tras dos días de viaje, la expedición solidaria, llegaba al campo de trabajo previsto, donde habría de desarrollar toda su labor humanitaria.

Ya repuestos del largo trayecto, el primer día experimentaron el vertiginoso ritmo que iba a acompañarles a lo largo de la misión. A las nueve de la mañana les esperaban numerosas personas en la puerta del hospital. La jornada concluyó con 20 cirugías, mayores y menores, mucho cansancio y toneladas de felicidad para los integrantes de la misión médica.

Además de su intenso trabajo en el hospital, los estudiantes y la profesora del CEU encontraron huecos para organizar talleres de educación para la salud destinados a los más vulnerables, los niños, a los que también donaron ropa y diversos juguetes que traían de España. Así mismo, se desplazaron a zonas rurales de muy difícil acceso para atender sanitariamente a personas sin posibilidad de acudir al hospital.

Conforme la misión avanzaba, el equipo tuvo que afrontar casos bastante más complicados. Algunos, por desgracia, ya no tenían solución médica, pero en muchos otros lograron salvar vidas, o cambiarlas para bien, usando todos sus recursos disponibles, incluyendo, cuando fue preciso, la petición de asesoramiento a distancia de varios especialistas españoles.

Medipinas

Medipinas es un proyecto innovador de aprendizaje y servicio que aúna una formación técnica y humana única con el servicio a los más vulnerables. Los futuros médicos que se están formando en el CEU y que han vivido esta experiencia ya no son los mismos.