El tradicional festival taurino que Llucena celebra desde hace más de veinte años congregó ayer a numeroso público de toda la provincia de Castellón. Pese a las cuatro gotas que cayeron inicialmente, el sol acabó uniéndose al éxito de los novilleros de la Escuela Taurina de Castellón en colaboración con los astados del ganadero Manolo Beltrán de Cabanes.

Los protagonistas de la novillada sin picadores en la modalidad de clase práctica fueron Curro Linares, Pablo Román, Sedano Vázquez y Héctor Edo, que debutó para la ocasión (todos ellos pertenecientes a la Escuela Taurina de Castellón). El primero de los novillos correspondió a Linares, que toreó muy bien por los dos lados a un toro que fue aplaudido en el arrastre. Siendo recompensada su actuación con dos orejas.

El novillero de l’Alcora, Sedano Vázquez, estuvo excelente ya que realizó la mejor tanda por la izquierda de todo el festival, con un remate de una estocada hasta la bola que hizo rodar al toro sin puntilla. Siendo recompensada su faena con dos orejas y la consiguiente vuelta al ruedo.

El tercer astado fue para Pablo Román, que obsequió al público con un tercio de banderillas y un saber estar frente al novillo, fruto del buen hacer de la Escuela Taurina de Castellón. Su meritoria faena fue recompensada con dos orejas y rabo y el aplauso del público congregado alrededor del coso taurino.

Pero la sorpresa de la tarde la ofreció el novillero Héctor Edo, que debutó en esta plaza matando su primer novillo. El saber hacer con la muleta lo acompañó con su buen tercio de banderillas, matando al toro de estocada y descabello al primer intento, siendo premiada su actuación a petición del público, con dos orejas y rabo. Sin obviar que al ser un festival taurino la presidencia fue más que generosa en la entrega de trofeos a las jóvenes promesas. Al final del espectáculo, los novilleros agradecieron la acogida del público de Llucena, saludando desde el centro del ruedo a todos los presentes.

Cabe destacar que el festival taurino de Llucena es todo un referente en la comarca de l’Alcalatén y de gran raigambre en las fiestas patronales de Sant Miquel y Sant Hermolao. La iniciativa comenzó hace más de veinte años gracias al por aquel entonces alcalde Vicente Nebot y el doctor Joaquín Amela, con el asesoramiento del entonces director de la Escuela Taurina de Castellón, Rufino Milián. H