Benassal ha vivido un fin de semana multitudinario, con la segunda edición de la Fira d’Oficis. Los visitantes han podido descubrir hasta 62 profesiones casi desaparecidas, que han revivido por unas horas repartidas por las calles de la localidad. Ayer, la actividad se complementó con una visita guiada por el patrimonio y la historia locales, que partió a las 11.00 horas desde la Iglesia Parroquial. La jornada contó con un taller para aprender a recortar un animal de carga y otro de elaboración de charcutería al estilo más tradicional.

Otros alicientes de la cita fueron las demostraciones de apicultura, de lavado tradicional y de cómo esquilar ovejas. La interpretación de los niños de la canción del Gall Gallet, el concurso de guiñote y la posibilidad de visitar la exposición sobre el mundo del caballo y de los aparejos de cultivo completaron esta vuelta al pasado en la que, por segundo año, destacó la implicación de los vecinos.

PROGRAMA COMPLETO

A lo largo de estas dos intensas jornadas, las personas que se han acercado a Benassal han conocido el desarrollo de oficios como los del esquilador de ovejas, la hiladora de lana, el apicultor, el practicante, el zapatero, los artesanos del mimbre o quienes estampaban las sábanas.

Unas labores que, en muchas ocasiones, forman parte del recuerdo y que han sido vividas con nostalgia por parte de los asistentes. La programación ha contado con eventos paralelos, entre los que han destacado la interpretación del Ball Pla y la actuación de la orquesta Jove Orquestra Simfònica de Castelló. En el balance de esta feria se ha incidido en el notable incremento de participantes con respecto a la anterior edición, al pasar de 42 a 62 expositores.