Los sounders se despiden de Burriana. El Arenal Sound bajó el telón después de seis días intensos de música, fiesta y, sobre todo, de miradas al cielo. En la madrugada de ayer se puso punto y final a este evento que, sin duda, sigue liderando la primera división de los festivales en España. Y es que los 260.000 asistentes durante al Arenal Sound, le sitúan en el top 1 de festivales con más público del panorama nacional, por encima del Rototom Sunsplash o el Festival Internacional de Benicássim, tal y como confirmó la semana pasada este rotativo.

Los sounders aprovecharon el día de ayer para emprender el viaje de vuelta a sus respectivas ciudades. Aunque muchos abandonaron el festival el pasado viernes a causa de las lluvias torrenciales, otros decidieron quedarse hasta el final.

Maleta en mano y con una sonrisa como complemento, los sounders se despidieron de un Arenal Sound de récord y cargado de emociones. “A pesar del viento y la lluvia del jueves y viernes, el festival ha merecido la pena; el año que viene repetiré” confiesa a este periódico Juan Carlos. Este joven llegó desde Teruel el pasado lunes con sus amigos y se volvieron ayer con sus respectivos vehículos.

MENSAJES DE ADIÓS

Vía redes sociales, los sounders escribieron sus particulares mensajes de despedida, en los que se verificaba que las tormentas de verano no hicieron que el público bajara el telón con un sabor amargo. Uno de los asistentes al festival, Luis Fernández aseguraba ayer minutos antes de abandonar las instalaciones que “ha sido una experiencia inolvidable, volveremos a repetir”. Otros como Jorge Montero publicaban que “parece curioso, pero los dos días de lluvias han sido los mejores”. Por otro lado, algunos hacían alusión a la confirmación de que el Arenal Sound continuaba en Burriana al menos otro año, como Ana Martínez, quién escribió que “me alegra saber que la buena música seguirá en Burriana”.

Sin duda, los sounders han despedido un Arenal Sound lleno de emoción tanto dentro como fuera del escenario. Actuaciones que han hecho vibrar a los asistentes y lluvias que no han podido silenciar la música, dejan un festival de récord en España y que dice adiós hasta el año que viene.