La Virgen del Carmen desfiló ayer a hombros, por primera vez, por las calles el entorno del convento de los Padres Carmelitas de Vila-real, acompañada por el ritmo de los tambores de la cofradía de la Tercera Orden del Carmen.

El prior de la orden en la ciudad, David Oliver, destacó “la devoción y el sentimiento especial que se siente durante cada 16 de julio”. Y remarcó que “más de 200 ancianos y enfermos se acercaron a rezar a su virgen”, durante la misa celebrada por la mañana.

Tras el desfile procesional, que arrancó a las 19.00 horas, alrededor de 700 personas asistieron a la popular eucaristía vespertina, en esta ocasión predicada por el prior del Carmen de Onda, Rafael Artero. Un acto que, como es tradicional, culmina con el Canto de la Alcachofa, en el que un niño ataviado de ángel canta una pieza de exaltación mariana.

El prior Oliver destacó del día que se trata de una festividad en la que “toda la familia de carmelitas está implicada, incluso alumnado y profesores, en un evento que se vive intensamente”. H