La cuestión de la actualización de las pensiones ha sido de nuevo motivo de polémica y protestas públicas. La razón es bien simple: El presidente del Gobierno español aconseja a los españoles que ahorren para poder hacer frente a la subsistencia cuando llegue la hora de la jubilación, y yo añadiría: si tienen la suerte de tener un trabajo estable y continuado hasta ese momento.

El sistema español de pensiones hace aguas y ningún político gobernante lo ha admitido públicamente. Si la partida presupuestaria de las pensiones no se cubre con las cuotas de la población activa, el Gobierno tiene que completarla con fondos destinados a otros menesteres, tales como enseñanza, investigación y sanidad, mermando la calidad de servicio de éstos, además de recaudar a través de impuestos directos e indirectos. Interpreto y comprendo el sentir del español medio al escuchar unas declaraciones ridículas habida cuenta la situación en la que se encuentra nuestro país. ¿Quién piensa en ahorrar cuando se tienen problemas para llegar a final de mes, ajustando al céntimo para poder pagar la luz, el agua, la comida básica, que no exquisiteces, y vestirse reciclando ropa que gracias a la tendencia vintage hace que se vaya a la moda? En fin, ¿qué les voy a contar yo que ustedes no sepan?

El aumento de las pensiones del 0,25% ha sido un insulto a los jubilados. Hay que tener más clase y empatía. El PIB se ha incrementado en un 3% y en los últimos cuatro años, el poder adquisitivo se ha visto mermado en un 5%.

El gobierno ha aprobado una medida según la cual los fondos de pensiones se pueden recuperar a los diez años de la fecha de inicio. No soluciona gran cosa, es un parche, pan para hoy y hambre para mañana.

Con los salarios míseros que hay, no habrán ahorros.

*PSPV-PSOE Castellón