Buenos días. ¿Te he dicho que eres lo más importante para mí?

Queda dicho. Y tú estás ahí en el primer Humo de los barcos de este mes de agosto. Y contigo empezamos.

¡Hay tanto que recordar…!

Al papel en blanco han ido cayendo gran número de persistentes sinónimos. Ya sabes, recuerdos, esperanzas, nostalgias, deseos, castillos y torres de arena, ilusiones… Y tanto Lorenzo como yo intentaremos cada día en convertirlos en frases y hechos legibles, inteligibles para alguien como tú, que eres capaz de entender lo que decimos y de adivinar lo que queremos decirte.

Este de 2014 es un nuevo escenario. Tenemos nuevos Reyes y lloramos la pérdida de viejos tronos futbolísticos. Y a todo nos iremos acostumbrando. Con ilusión y esperanza por una parte. Con resignación por otra. Y, con el tiempo, todo serán recuerdos para enriquecer nuestro espíritu. Entre unas y otras cosas, ¡España unida, jamás será vencida! Ah, y no te olvides, imagina tu vida mirando al mar, desde las olas que llegan a la orilla, a tus pies, hasta el fondo, hasta que sea para ti el horizonte. Yo planto aquí cada año el eco de mis días vividos y mis noches soñadas. Y en ese horizonte del que te hablo gusto de imaginar el humo de los barcos, con su estampa de señales venturosas, con su aroma y sabor de humo que deriva en perfume, según un libro que tengo a mi lado al escribir, el Tesoro de la lengua española, al que me agarro en mis múltiples carencias en el mundo del lenguaje. Esta es en realidad una obra cuya publicación se autorizó en noviembre de 1611 y su autor es el licenciado Sebantián de Cobarrubias Orozco, capellán de su Majestad el rey Don Felipe III, matrescuela y canónigo de Cuenca, además de consultor del Santo Oficio de la Inquisición.

Bien, pues dice el canónigo que humo deriva en perfumo. Y de aquí se llega con facilidad a perfume.

Por otra parte, el mágico dibujante Lorenzo, que me acompaña cada día, dice que el verano es para las bicicletas. Yo digo que también es para los libros. Y que no falte el periódico de cada mañana.

Ya he dejado claro en otros momentos que en torno a este paseo marítimo desde donde percibo el eco de voces y canciones que por aquí han sonado a través del tiempo, hay unas denominaciones que marca la costumbre: El limbo en el centro, en torno a la plazoleta de la Almadraba, de Jorge Comín, el infierno hasta la zona del Voramar, y la Corte celestial hasta la torre de Sant Vicent y el torreón Bernad.

Quiero dejar constancia de que -paradojas de la vida- en la zona que había sido escenario de bailes, saraos y la buena vida, está instalada la Capilla del Pilar, dentro de lo que fueron primeras villas de la familia Coloma. Este espacio del paseo está rotulado a nombre de Pilar Coloma. En el otro, en la zona de la Corte celestial, con la calle de ese nombre corriendo paralela al paseo marítimo, aunque por detrás. El paseo marítimo, que recibe el nombre de Bernat Artola, y ha comenzado el mes con un bullicio espectacular. El verano, en realidad.

Muy cerca del limbo, los seres humanos con los que camino, convivo y sueño, vemos con agrado el espacio de playa accesible para las personas con minusvalías, algunas con arterioesclerosis múltiple. Todos convivimos y a todos deseamos feliz mes de agosto. H