El otro día en una comida con amigos, todos ellos con hijos en edad escolar, salió el tema del decreto del chantaje lingüístico que recientemente ha aprobado el Consell. La verdad es que me sorprendió enormemente lo mucho que están engañando a los padres Puig y Oltra.

A las familias nadie les ha leído la letra pequeña del decreto. La norma del chantaje lingüístico se resume en que si no eliges la opción de máximas horas en valenciano, tendrás menos horas de inglés y, además, sin poder certificarlo. Una auténtica vergüenza, un chantaje, no tiene otra palabra: Si quieres tener el máximo nivel de inglés, te obligo a elegir valenciano ¿pero nos hemos vuelto locos? No se puede coaccionar a las familias utilizando el inglés, un idioma necesario para el futuro laboral de nuestros jóvenes y Marzà no puede limitar el aprendizaje de una lengua extranjera solo para aquellos alumnos que estudien en valenciano.

Esta extorsión no tiene precedentes y por eso, por la indefensión que van a sentir muchas familias, la presidenta del Partido Popular en la Comunitat Valenciana, Isabel Bonig, ha llevado este tema ante el defensor del pueblo y ha trasladado el problema al Congreso para que se sepa que aquí, en la Comunitat, Compromís está empeñado en seguir la misma hoja de ruta que en Cataluña y, por desgracia, ya conocemos todos cuáles son las consecuencias de aplicar ese modelo. Compromís es un partido nacionalista pro Països Catalans y su hoja de ruta la tiene muy clara. Que nadie se lleve a engaño, sus objetivos son obvios y no debería sorprendernos porque es el resultado de que un partido radical elabore un decreto lingüístico.

Si hubieran querido que nuestro alumnado aprendiera las tres lenguas habrían mantenido el decreto aprobado por el Partido Popular. ¿Por qué eliminar algo que todavía no se ha podido ver su efectividad puesto que solo se ha aplicado en los primeros cursos de Primaria? La respuesta es fácil, había que cargarse todo lo anterior, dejar la educación a un lado y abrirle la puerta a la ideología. Pues eso, sin evaluarlo, sin pararse a ver lo bueno del decreto del PP, sin tener en cuenta que eran las familias las que iban a decidir cuál era la lengua en la que querían que estudiaran sus hijos, se deshacen de él sin ninguna contemplación. En fin… tiran a la basura un decreto que garantizaba la igualdad de todos los niños y garantizaba la libertad de las familias, para atropellar esa igualdad y la libertad en la educación e imponer su modelo. Un modelo sectario, ilegal, no consensuado con nadie, que imita el modus operandi catalán y que vulnera derechos fundamentales. Una joya…

Lo que yo me planteo es qué pasará si el defensor del pueblo o los tribunales afirman que el decreto del chantaje lingüístico vulnera derechos fundamentales. Si eso pasa ¿quién asumirá las responsabilidades de mentir e intentar manipular el el futuro de los valencianos con un decreto perverso?

*Diputada autonómica del PP