Querido lector:

Ya hemos apuntado en varias ocasiones, especialmente a partir de la nefasta gestión del cierre de RTVV, que al actual vicepresidente de la Generalitat, José Císcar, le sobrepasan las competencias de su cargo: la vicepresidencia de coordinación de consellerias, la portavocía del Consell, la titularidad de la Conselleria de Agricultura y la gestión de unos cuantos marrones heredados de la anterior legislatura gobernada por Camps como la F-1, el aeropuerto de Castellón, la Ciudad de la Luz de Alicante, etc.

Varios de los errores de gestión cometidos en estos dos primeros años de mandato de Alberto Fabra han venido motivados precisamente por esa centralización y acumulación de competencias, que ha provocado que en muchos de los asuntos haya sido el president quien ha dado la cara mientras el gestor real buscaba pasar desapercibido y salir de perfil en la foto de la responsabilidad, a pesar de ser el portavoz del gobierno aunque solo sea los viernes.

Estas circunstancias, en cualquier gobierno más o menos estructurado y con capacidad de estrategia política no suceden. Y si suceden se modifican los roles ante los primeros reveses políticos. En este sentido, es muy probable que estemos asistiendo ahora al momento del inicio de cambios. Y aunque desde la Generalitat se niegue ir más allá de las modificaciones efectuadas en el segundo escalón en un área tan sensible como la Comunicación, todo indica que Císcar deberá ser relevado de algunas de esas competencias. Máxime cuando van a llegar pronto etapas preelectorales que sumarán tareas al alicantino en su condición de presidente provincial de esta provincia donde al PP se le plantea una árdua labor de control y de coordinación política, con casos judiciales como Brugal, Alperi y Castedo que pueden condicionar muchas actuaciones políticas e incluso problemas de rivalidad para Císcar en su propio municipio, Moraira.

La crítica de la Unió de Llauradors ayer de que la Generalitat prácticamente no tiene conseller de Agricultura (Císcar) es un síntoma más a añadir a la larga lista.