Las complicadas tramitaciones administrativas y los cambios de planes hidrológicos de la Confederación Hidrográfica del Júcar parecen ser los obstáculos que impiden que la obra del Torrent de Nules se acaben de una vez por todas y que ahora se anuncien desde ese organismo su prolongación en el tiempo, nada más y nada menos que hasta el año 2021. La inacabable obra, que cada vez es más necesaria si tenemos en cuenta que esa población es el desagüe de las aguas torrenciales que bajan a la Plana, se queda así en un impás que no ofrece garantías de pronta ejecución. La reciente tromba de agua que ha sufrido la provincia de Castellón dan un idea clara de los peligros que supone el que un aliviadero como el Torrent de Nules no esté encauzado en su totalidad, con los riesgos que conlleva para la población que atraviesa en todo su tramo hasta la costa. Nules no puede esperar hasta el 2021, pendiente del cielo ante posibles inundaciones, y así debe entenderlo la Confederación Hidrográfica si no quiere ser responsable de lo que pueda pasar por no finiquitar una obra tan necesaria por cambios de planes hidrológicos o de gestión de riesgos. La urgencia es máxima, por lo que la demanda del Ayuntamiento debería tener el máximo apoyo político e institucional en Castellón.