Querido lector:

El dato del empleo adelantado del mes de mayo que avanzamos en Mediterráneo indica que la tendencia de descenso del paro en la provincia sigue la marcha del 2014 aunque ahora más acusada debido a los mayores índices de crecimiento de la economía nacional y provincial. Un descenso del paro paulatino, en progresión lenta para lo que todos quisiéramos, pero constante y en sintonía a esos niveles de crecimiento. Una buena noticia. El pero, la precariedad y la temporalidad.

Mientras tengamos en nuestra provincia 50.000 parados registrados, entre los cuales hay un elevado tanto por ciento de larga duración, no podemos lanzar campanas al vuelo. Ni siquera sabiendo que ese índice de desempleo no es del todo real por los elevados ratios de economía sumergida que registramos, tanto o más que durante la etapa de bonanza, pero ahora más significativos socialmente debido a la época de crisis y la nueva sensibilización a la que nos sometemos. Una economía sumergida y una precariedad y temporalidad del nuevo empleo, que nos da cuenta de la gravedad de la crisis pasada y de la dificultad en superarla. De ahí la importancia de distinguir el realismo del populismo aventurero.

La economía de Castellón es la que es. Sus bases son las que son. Y entre ellas su mercado laboral. Eliminado de su base estructural el espejismo del boom de la construcción de años anteriores, que empleó a inmigrantes venidos de otras latitudes a millares y a jóvenes que abandonaban estudios por obtener un salario pronto y avanzado, estamos volviendo ahora a nuestra verdadera realidad y como no puede se de otra forma debido al daño de la crisis, muy lentamente. En economía no hay magia, sino constancia, esfuerzo y sacrificio. Y el que diga lo contrario engaña y miente. No volveremos a un boom tan fácil como el de la construcción. Y de ahí que estemos construyendo nuestra economía con otros parámetros. Hay quien parece no querer verlo. Pero es así. Ahora todo cuesta más y crecer es más costoso. Pero al menos lo estamos haciendo, que no es poco.