Dos años han pasado desde que el PP de Vila-real pedimos al alcalde Benlloch acceder a las facturas del Ayuntamiento. Dos años en los que el alcalde, de nuevo, ha hecho gala de su falta de transparencia ya que, una vez más, hace gala de ser el alcalde más opaco de la provincia.

El resto de alcaldes rinde cuentas ante sus ciudadanos más allá de hacerse fotos. Los alcaldes, ahora, hacen publicas las facturas para que sus vecinos sepan en qué se gasta el dinero, pero el alcalde de PSOE y Compromís apuesta por ocultar todo lo que puede a la oposición.

En realidad, el hecho de que no haga públicas las facturas no va en contra del Parrtido Popular, va en contra de los vecinos, también de los que le votan, ya que va en contra de las normas más simples de la transparencia. Solo hay que visitar las páginas webs de los otros ayuntamientos para ver que Benlloch es la excepción y que quien algo oculta es porque algo esconde.

TENEMOS UN ALCALDE que decide declarar secretos los expedientes públicos, que se niega a contestar a las preguntas y, lo que es peor, no dar explicaciones de qué pasa con el dinero público. Y todo pese a que tenemos un plan económico y financiero para dar respuesta al desastre que han creado con su nefasta gestión.

De momento solo sabemos que nos han subido los impuestos para comprar palacios en la calle Mayor con la intención de colocar el despacho del alcalde.

PUEBLO ENDEUDADO, con más impuestos, menos oportunidades y, eso sí, fotos, fotos, y más fotos. Esa es la gestión Benlloch y el modelo de ciudad que promulga. Y todo desde la opacidad y la oscuridad.

Confiamos en que rectifique y se dé cuenta de que ser alcalde no es por un mandato divino, que su política faraónica no sirve de nada y que debe bajar a la tierra.

*Portavoz del PP en Vila-real