La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha expresado su consternación por el incendio que el sábado destruyó la base de investigación científica del país en la Antártida, que ha dejado dos militares muertos y uno herido. El Gobierno carioca ha lamentado el fallecimiento de los soldados, a los que ha calificado de héroes, y ha anunciado que reconstruirá la base, de gran importancia científica.

En el incendio en la estación antártica Comandante Ferraz, ocurrido de madrugada, murieron el suboficial de la Marina brasileña Carlos Alberto Vieira Figueiredo y el sargento del mismo cuerpo Roberto López dos Santos, mientras que el también sargento Luciano Gomes Medeiros sufrió heridas pero está fuera de peligro. Reconstrucción de la estación En un comunicado divulgado anoche, Rousseff destacó 'el heroísmo de los militares en el combate al incendio' y manifestó su solidaridad a las familias de la víctimas.

La presidenta ha pedido al ministro de Defensa, Celso Amorim, 'la adopción de todas las medidas necesarias para salvaguardar la seguridad de los científicos, militares y visitantes que se encontraban en la base' y ha destacado su 'firme disposición' a reconstruir la base, que lleva a cabo un importante programa de investigación.

La estación antártica brasileña comenzó a operar en 1984 y en el momento del siniestro albergaba a 59 personas entre militares y científicos. Este es el segundo siniestro que sufre la Marina brasileña en menos de una semana pues el pasado miércoles un militar murió y dos sufrieron quemaduras en un incendio que se registró en el portaaviones Sao Paulo, el único navío de su tipo en la flota de la Armada.