Los jóvenes tienen asumido que les va a tocar vivir una vida “de bajo coste”, que deben revisar a la baja sus expectativas, sobre todo laborales, y que, tras la crisis del 2008, les va a resultar más difícil establecer proyectos vitales por una situación “injusta y que no han provocado ellos”. Son algunas de las conclusiones que presenta el estudio Jóvenes y valores sociales. Los discursos, elaborado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), a través de grupos de discusión entre jóvenes de 16 a 24 años de diferentes clases sociales.

Los jóvenes describen el presente como “inestable, incierto e injusto” y responsabilizan de la situación a las generaciones anteriores. “La fantasía de estabilidad que caracterizaba los años de bonanza económica ha dado paso a la asunción de una vida en precario que encuentra su principal motivo en la dificultad para trazar una trayectoria laboral sobre la que edificar proyectos vitales”, afirma el estudio.

Pese a ello, consideran que “la formación y la educación son las mejores opciones para la formación laboral”. Y asumen la flexibilidad laboral aunque entrañe la pérdida de derechos adquiridos. “Se sienten desmotivados y desconfían del sistema”, analiza el director del centro de estudios, Eusebio Megías, quien ha explicado que plantean un nuevo escenario político “en el que se entiende la política como reacción a las cosas que preocupan, más allá de una posición global de adscripción ideológica”. Y en el que buscan nuevas formas de participación más allá del voto en las elecciones, a través, sobre todo, de las nuevas tecnologías. Los jóvenes “niegan los cheques en blanco a los partidos políticos o a sus representantes y tienden a una actitud más vigilante y participativa”, afirma el estudio, además de constatar que no se sienten responsables de la actual situación económica y social.

“Ven y dicen: ‘Esto es lo que hay, nos parece injusto y se deben exigir responsabilidades, pero vamos a poner en marcha nuestros valores, muy distintos de los que hay’, que son la responsabilidad y el esfuerzo”, destaca el presidente de FAD, Ignacio Calderón.

El estudio destaca que, de forma mayoritaria, los jóvenes apuestan por una vía tradicional, con un proyecto vital en torno a estudios, trabajo, hogar y familia, mientras que una minoría propone “salirse del terreno marcado creando un orden nuevo y reinventando las oportunidades”.

Según el mismo informe, los jóvenes reivindican el sentido del esfuerzo y la honestidad como medios de ennoblecer la vida y de corregir los errores. H