Las autoridades holandesas ordenaron ayer el sacrificio de 8.000 patos en una granja de la localidad holandesa de Barneveld (centro del país) para evitar la extensión del tercer brote de gripe aviar detectado en Holanda. Las aves no habían mostrado síntomas de contagio, pero estuvieron en contacto con un camión que había visitado una granja con pollos contagiados. EFE