Una decena de víctimas de los falsos médicos de Vinaròs declararon ayer en la Audiencia Provincial.«Me gasté más de 20.000 euros en la clínica porque acudíamos mi marido, mis dos hijos y yo», aseveró otra de las afectadas durante su declaración en sala. «Coté me sacaba sangre y no quería que fuera a la Seguridad Social. Lo vi en Estetic Medical Center muchas veces, más de veinte. A mi hija de 11 años le quitó un nebus de la cabeza en una silla, dijo que era como una biopsia y que la iban a operar por si acaso», reveló la mujer con firmeza. La paciente aseguró que también trataron a su hijo de dos años. «Diagnosticaron a mi hijo de hepatomegalia --un aumento patológico del tamaño del hígado--», señaló.

En el juicio hubo más testimonios de pacientes a los que atendió el falso médico.

«Me infiltraron en la nariz y tuve dolores insoportables»

Un miembro de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado afirmó ayer haber sido paciente de Gisbert y de la doctora rusa que trabajaba en la clínica. «Quería hacerme un retoque sin cirugía en la nariz. Gisbert me hizo un presupuesto de 2.000 euros. La médico y él me pincharon tres veces y lo pasé fatal. Tenía dolores insoportables y la cara hinchada durante semanas», aseveró el agente. La víctima señaló que durante el primer año tras el tratamiento tuvo «dolores de cabeza» y «picores». El hombre decidió hacerse análisis cuando se enteró de la presunta estafa para ver si le «habían pegado algo».

«Me pinchó el pubis y dijo que podía tener leucemia»

Por su parte, una joven recordó que, tras ser diagnosticada del virus del papiloma humano, acudió a la clínica de Gisbert y Coté. «Me ponían una inyección a la semana y me hacían análisis, pero sin llegar a darme los resultados. También me hicieron autotransfusiones de sangre y me dijeron que podía tener leucemia si no seguía el tratamiento», explicó la mujer a los magistrados, incidiendo en que solían pincharle «en el pubis» y «otros sitios». «Me hicieron desnudarme, me examinaron los genitales y me hablaron de varios problemas. Cuando fui a la Seguridad Social, no tenía nada. Me siento humillada», alegó.