Son muy pequeños y han llegado a ser uno de los regalos estrella para los niños. Son los Triops cancriformis, unos crustáceos minúsculos de origen prehistórico con caparazón achatado que cubre la cabeza de un cuerpo segmentado y numerosas patas. Viven en charcas o lagunas. Por su apariencia llegan a ser conocidos como tortuguitas. Una empresa, Clementoni Ibérica, ha comercializado estos animalitos, que en Cataluña son una especie autóctona protegida. El fiscal de Medio Ambiente de Barcelona, Miguel Ángel Pérez, quiere llevar a juicio a la administradora de la empresa, Pilar A. V., a la que acusa de un delito contra la fauna.

La legislación catalana prohíbe la caza, captura, tenencia, tráfico y comercio de los Triops cancriformis. Sin embargo, la empresa Clementoni distribuyó para su venta, al menos desde el verano del 2016, unas cajas con arena y huevos de este animal. Los niños tienen que tirar agua para que crezcan. El nombre del juego: Triops y Fósiles Vivientes o El mundo de los Triops. Otros se titulan Mundo Jurásico. El algunos, especifica que «este juego contiene triops de la especie cancriformis».

A tener de este presunto delito contra la fauna, la fiscalía reclama para la administradora de la empresa una multa de 3.500 euros y tres años de inhabilitación especial por la caza y el comercio de animales, así como el decomiso de las piezas que se encuentren en su poder.