La investigación policial del caso de Sonia Iglesias, la mujer desaparecida en Pontevedra en agosto de 2010, se ha centrado en las últimas horas en el panteón que la familia de su expareja, Julio Araújo, tiene en el cementerio de San Mauro (Pontevedra).

Fuentes próximas al caso han confirmado que los investigadores barajan la posibilidad de que el cuerpo de Sonia Iglesias pueda estar enterrado en uno de los 40 nichos que tiene ese panteón, situado a apenas 50 metros de la casa familiar cuya finca ha sido registrada minuciosamente en los últimos días. Esa es una cuestión sobre la que se le preguntó a Julio Araújo en la comisaría de Pontevedra, en donde declaró el miércoles en calidad de investigado por un delito de homicidio.

Aunque la expareja de Sonia se acogió a su derecho a no declarar, según su abogado, Jesús Santaló, por no conocer el contenido de unas diligencias que han sido declaradas secretas, los investigadores le hicieron varias preguntas referidas al cementerio y a la casa, en donde también sospechan que estuvo la víctima.

En comisaría, a Araújo se le preguntó, entre otras cuestiones, si realizó algún tipo de actuación en el panteón familiar o si su hermano David, también investigado en esta causa, le ayudó a realizar algún tipo de movimientos en relación con este asunto.

Esta tesis de los investigadores se ve reforzada por las imágenes de las cámaras de tráfico de la Policía Local de Pontevedra que grabaron el recorrido que Julio Araújo realizó en su coche desde el centro de la ciudad el día que desapareció Sonia Iglesias, un rastro que se pierde en las inmediaciones de la casa familiar y el cementerio de San Mauro.