Nueve años de cárcel por violar a su expareja en el domicilio familiar de Peñíscola en el que también se encontraba el hijo de ambos, de tres años. Iulian N., de 36 años, ha sido condenado por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Castellón por un delito de agresión sexual contra la madre de su hijo, quien estaba, además, embarazada.

Según reza el documento, al que ha tenido acceso este periódico, el hombre, que tenía ya una orden de alejamiento de la víctima por malos tratos anteriores, no podrá acercarse a menos de 200 metros de la víctima ni comunicarse con ella durante los seis años posteriores a la condena de prisión. Además, deberá indemnizar a su exnovia en la cantidad de 6.000 euros por daños morales y 105 euros por las lesiones sufridas tras el bofetón que le propinó antes de violarla en el dormitorio.

El tribunal considera probado que, tras haber dejado la relación, la mujer alquiló una vivienda en Peñíscola, donde vivía con su hijo. Acudió al juzgado y devolvió la pulsera de alerta para mujeres maltratadas, puesto que tenía pensado abandonar España para marcharse a Rumanía.

Finalmente, obtuvo un empleo y decidió quedarse. A través de conocidos comunes, su exnovio supo dónde residía la víctima, por lo que se dirigió a la casa y se instaló allí, amenazando a la mujer con hacerle daño a ella y a su familia si intentaba impedirlo.

El 4 de enero del 2012 se produjo una discusión entre ambos porque la afectada se había quedado embarazada del condenado y no quería tener al bebé. Iulian N. se negó a que ella abortara y la agarró fuerte del brazo, le propinó una bofetada y se la llevó a la habitación. Allí, le quitó parte de la ropa, la obligó a practicarle sexo oral y la violó. Mientras esto sucedía y ante los lamentos de la víctima, el menor de tres años lloraba en la puerta del dormitorio.

Posteriormente, la afectada dijo al agresor que iba a un parque cercano con el hijo que tienen en común, momento que aprovechó para llamar al 112 y pedir ayuda a los agentes.

ATERRADA // La mujer declaró en el juicio que vivía aterrada, con un gran miedo hacia el padre de su hijo. Y es que en una ocasión anterior a los hechos enjuiciados Iulian N. retuvo al niño de tres años para conseguir que su expareja retirara una denuncia por malos tratos que había interpuesto contra él. El menor tuvo que ser, entonces, recuperado por la policía tras el secuestro. H