Más información sale a la luz sobre los abusos sexuales cometidos por un grupo de sacerdotes de Granada y más sórdido se pone todo. El escrito que el fiscal hizo llegar al juzgado de Instrucción número cuatro el pasado 3 de noviembre consigna el relato de los hechos por parte del joven denunciante, e incluye la declaración de que en varias ocasiones las agresiones sexuales no tuvieron lugar en la intimidad sino en presencia de otros religiosos. Que había orgías, y que estas tuvieron lugar en dos viviendas de alto standing propiedad de los curas: un piso de lujo ubicado en el municipio de Salobreña y un chalet en Pinos Genil.

También se ha sabido que los 10 sacerdotes y los dos seglares cuya conducta es objeto de investigación judicial funcionaban en la práctica como una secta, con un líder e incluso un nombre, bastante conocido: Los Romanones. Se trata de un grupúsculo formado por religiosos fundamentalistas y ultraconservadores bautizado en honor del cabecilla. Los detalles de las agresiones sexuales el joven los consignó en la declaración que hizo ante la policía. Dejó claro que hubo penetraciones y que más de una vez el líder del grupo lo invitó a dormir a su casa, donde solo había un dormitorio y una cama.

LLAMADA A CAPÍTULO // El escándalo que sacude al Arzobispado de Granada tendrá un punto importante en el viaje que llevará a cabo este domingo el obispo Francisco José Martínez, que ha sido llamado a capítulo por el Vaticano, donde se considera que no ha actuado con suficiente determinación para aclarar responsabilidades. Tras recibir hacia mediados de año una carta del denunciante, el papa Francisco se involucró personalmente en el caso y pidió al arzobispado que pusiera en marcha una investigación; la reacción de Martínez fue apartar de sus oficios a solo tres de los 10 curas implicados.

El Pontífice lo juzgó decepcionante y así se lo hizo saber al denunciante en el curso de una llamada telefónica. Ahora el caso está en manos de la justicia, que considera a los otros siete implicados posibles encubridores.

Hoy el denunciante tiene 24 años y es maestro. Los hechos a los que se refiere ocurrieron durante cuatro años, entre sus 13 y sus 17. Tres sacerdotes y un seglar abusaron de él, contó. Según recoge el escrito del fiscal, en su relato de los hechos identificó a una joven que también sufrió abusos, y describió los que padeció otro menor al que no pudo identificar con claridad. H