Una chica joven, dulce, muy guapa y, generalmente, sudamericana. Un hombre maduro, de entre 55 y 65 años, europeo, soltero y falto de cariño. Internet permite que se conozcan a través de un chat y comienzan a hablar durante horas, a lo largo de días, semanas e, incluso, meses.

La conocida como la estafa de la novia que nunca llega se está instalando con fuerza en la provincia. Cuando el hombre ya está prácticamente enamorado de la chica, esta le pide dinero, aproximadamente entre 1.000 y 1.500 euros. La mayoría de las veces, con la falsa promesa de viajar a España desde América del Sur y poder vivir juntos su amor.

Sin embargo, una vez recibido el dinero en la cuenta de la supuesta novia, esta desaparece del chat sin dejar rastro. Es en ese momento es cuando la víctima se da cuenta de que ha sido embaucada por una joven que, en realidad, no existe y que una organización se ha quedado con el dinero enviado.

CINCO CASOS EN BENICARLÓ // Según ha revelado a este diario la Guardia Civil, solo en Benicarló investigaron en 2014 cuatro casos tras interponer una denuncia los afectados y en la actualidad se encuentran inmersos en el análisis de otra estafa de este tipo, más compleja todavía que las anteriores, pues la víctima parece no aceptar que ha sido engañada.

La complejidad de estos casos reside en que se trata de fraudes transoceánicos y resulta realmente complejo rastrearlos a través de la red. Según ha podido saber este diario de fuentes cercanas a la investigación, la mayoría de los timos se llevan a cabo desde ordenadores de locutorios y no desde la casa de un particular.

Esto hace que no pueda relacionarse a una persona en concreto con los hechos, sino que son cientos de ciudadanos los que operan desde los ordenadores.

Aunque lo más común es que, una vez entregado el dinero, los autores de la estafa desaparezcan sin dejar rastro, existen casos en que la extorsión se prolonga en el tiempo en la medida en que ven que pueden seguir sacándole dinero a la persona afectada.

La Guardia Civil advierte de la peligrosidad de este fraude emocional por internet, que tiene por objeto sacar el máximo beneficio económico posible jugando con los sentimientos de las personas y manipulándolas. H