En la madrugada de jueves a viernes se vivió un nuevo capítulo de robos en Forcall, tan solo dos días después del asalto a la escuela y a una cochera. Los ladrones robaron en dos almacenes de las afueras e intentaron entrar en otro más, así como en el estanco y también en una casa habitada.

Aunque los autores solo lograron llevarse 200 litros de gasoil de las naves Polo y Conesa, causaron numerosos desperfectos. Reventaron la cerradura y una ventana de la parte trasera del estanco y, al saltar la alarma, los ladrones huyeron. La afectada, Consuelo Obón, apuntó: “No podemos hacer nada, ya me han entrado diversas veces. O se endurecen las penas o van a seguir robando”.

Otro objetivo de los cacos fue un almacén municipal, ubicado junto a la residencia de la tercera edad. Pero, sin duda, la zona más afectada por los últimos asaltos registrados fue la avenida del Pilar, en la salida hacia la Mata.

LA LUZ LOS AHUYENTÓ // En esta parte de la localidad los ladrones forzaron varias cocheras y almacenes, accedieron a dos naves e intentaron entrar en una vivienda. Con una piedra grande, rompieron una ventana y parte de la persiana, provocando un gran susto a su inquilina. La mujer ahuyentó a los ladrones al encender todas las luces de la casa.

Uno de los gerentes de los almacenes en los que sí lograron robar relató que “parece que lo tenían estudiado. Alguien está al tanto de nuestros movimientos”.

A José Ramón Polo no se le llevaron los licores que había descargado el día anterior porque “no tuvieron tiempo”. Saltó una alarma sobre las tres de la mañana y los dueños acudieron a sus locales, mientras los autores escapaban de allí a toda velocidad.

“Tendremos más robos”, lamentaba el dueño del otro almacén asaltado. “En mi caso, me han entrado unas ocho veces en 12 años, tanto aquí como en casa”, explicó el propio afectado con gran pesar e impotencia. H