Un varón rumano, maestro de la picaresca, hace su agosto en las poblaciones de la comarca del Baix Maestrat, especialmente en Benicarló. Utilizando el timo del cambio, está consiguiendo reunir un suculento botín.

Hoteles, restaurantes y bares se están convirtiendo en el blanco de sus fechorías, que lleva a cabo aprovechando la eventualidad de las plantillas que, ahora en los meses de verano, hay en estos establecimientos. El individuo utiliza las horas en los que el gerente o responsable del establecimiento está ausente del negocio para ganarse la confianza del personal, los cuales quizás no tienen el suficiente criterio para poner en duda lo que alguien con desparpajo, que se presenta como habitual proveedor del servicio, les plantea con naturalidad. De hecho, el estafador aborda al trabajador eventual de turno, asegurando que ha sido requerido por la gerencia y ofreciendo el cambio en metálico.

En el día de ayer, consiguió apoderarse de 250 euros en un hotel de Benicarló, brindando un cambio de 500 euros. El trabajador del establecimiento le entregó esta última suma en billetes de 100 y 50 euros, a lo que el individuo le mostró el equivalente en monedas y billetes de menor cuantía. Al menos eso es lo que hizo en el primer recuento del cambio, pero para asegurarse propuso volver a contar el dinero, momento que aprovechó para hacer desaparecer de sus manos la mitad de la suma, sin que el trabajador del establecimiento se percatase del timo.

El trilero también intentó hacer lo mismo más tarde en un hotel de la localidad vecina de Peñíscola, pero en esta ocasión no lo consiguió. Los testigos del hotel creen que el presunto estafador actúa en solitario. Asimismo, no se descarta la teoría de que cuente con un cómplice que se dedique a vigilar en el exterior para avisar de la posible llegada del gerente del establecimiento. Tras los hechos ocurridos en el Baix Maestrat, la gerencia del hotel de Benicarló que ayer sufrió la estafa ha denunciado este hecho ante los agentes de la policía.

Fraude conocido // Aunque el trilero suele realizar sus actos en los alojamientos hoteleros y establecimientos de hostelería, podría ampliar su campo de acción a los comercios cercanos. El timo es conocido dentro del argot policial como el hurto mágico. Recibe este curioso nombre por la gran facilidad que tienen los ejecutores del intercambio en hacer desaparecer el dinero ante los ojos de la víctima elegida, en este caso, los empleados del sector turístico, es decir, como si de un truco de magia se tratara. H