El Seprona de la Guardia Civil de Castellón imputó a un vecino de la Vall d’Alba, cuyas iniciales responden a R.B.P., de 62 años de edad, como presunto autor de un delito de maltrato de animales domésticos, ya que tenía a sus perros de caza en un estado lamentable. La alimentación que recibían eran restos y vísceras de otros perros supuestamente muertos por la falta de condiciones de salubridad, como la de los canes localizados, a los que tenía sometidos este presunto delincuente.