El colapso ferroviario registrado en el Maestrat el pasado domingo, cuando numerosos usuarios del Regional de Tortosa a València denunciaron que se quedaron sin poder subir en la estación de Benicarló porque el tren ya estaba lleno, es el último episodio de una reivindicación histórica de los ayuntamientos de la comarca, como es la mejora de las conexiones y de las frecuencias ferroviarias en el norte de la provincia. La línea de Cercanías València-Castellón tiene la última parada en la capital de la Plana y los usuarios de Benicarló, Peñíscola o Vinaròs llevan décadas sufriendo un gran agravio comparativo.

No en vano, se trata de un problema existente, como recuerdan los padres de algunos usuarios afectados el pasado domingo, desde hace tres décadas, cuando se desplazaban a estudiar a València o a la UJI, que abrió sus puertas en 1991. Además, desde los años de la crisis, la cifra de viajeros se ha incrementado al tratarse, por un lado, de uno de los medios de transporte más económicos y, por otro, por el hecho de que muchos universitarios o trabajadores no pueden costearse una vivienda, como explica el responsable provincial de Infraestructuras del PSOE y munícipe de Santa Magdalena, Sergio Bou. «Llevo 10 años de alcalde y desde el primer día no he dejado de reclamar una solución», explica.

COLAPSO HABITUAL

El también socialista Joan Ronchera, portavoz de esta formación en Alcalà de Xivert, afirma que lo que ocurrió el domingo es algo a lo que están «acostumbrados en el Baix Maestrat» y califica de «insultantes» las declaraciones de Renfe que afirmó que «la culpa es de los pasajeros por llevar demasiado equipaje». Para los socialistas, la solución pasa por «realizar un estudio integral de la situación ferroviaria de Castellón a Vinaròs». «La última vez que se reivindicó el informe fue en el 2010, siendo el popular Francisco Camps presidente de la Generalitat; y con el socialista José Blanco como ministro de Fomento. Han pasado siete años y estamos igual», lamenta Bou sobre la situación.

Por parte de los representantes populares, uno de los más reivindicativos de la comarca ha sido el vinarocense Lluís Gandia y también lo es con la situación ocurrida el domingo. «La imagen era lamentable y el diputado nacional Miguel Barrachina ya lo ha trasladado al Ministerio de Fomento y a Renfe para que en el próximo puente o festivo aumenten los vagones». «El malestar ha existido siempre, pero a partir del 2007 pusimos sobre la palestra el problema. Entonces, entre Vinaròs y Castellón había tres frecuencias de ida y tres de vuelta. Desde el 2012 tenemos cuatro, pero siguen siendo insuficientes», explica. Por ello, solicitan a Fomento que cumpla con el incremento de las frecuencias ferroviarias que se incluirán en las obligaciones de servicio público del 2018 al 2022, así como que la Generalitat firme un convenio con Renfe y aporte una cantidad que permita completar las mismas.

CIUDADANOS DE TERCERA

Para la diputada de Compromís en el Congreso, la xivertense Marta Sorlí, «es necesario crear un núcleo de Cercanías de Castellón a Vinaròs». «Lo planteamos en 2017 y lo reiteraremos en 2018; no somos ciudadanos de tercera».