La nueva prescripción de medicamentos, por principio activo y no por marca, rebaja el precio de las medicinas y, en el mejor de los casos para el paciente, este puede llegar a pagar hasta un 40% menos de lo que abonaba por lo mismo hace apenas una semana. En términos absolutos, la diferencia de precio puede ir, por ejemplo, de 11,55 euros del antidepresivo genérico a los 23,93 del Cipralex; de los 0,86 euros del paracetamol blanco a los 2,90 del Gelocatil; o de los 53,50 euros de la Viagra a los 25,29 euros que cuesta el sildenafilo, que es el genérico.

En base al real decreto del Gobierno que entró en vigor el pasado 1 de noviembre, los médicos están obligados a prescribir el principio activo, mientras que el farmacéutico tiene que dispensar el más barato, de todos los genéricos y de marca que dispone, que contengan la molécula recetada.

IMPORTE MENOR // El precio de referencia -o precio menor- lo ha estipulado el Ministerio de Sanidad para evitar la caída libre en la que habían entrado los importes de las medicinas, fruto de la competitividad del mercado, según explicaron fuentes del Colegio de Farmacéuticos de Castellón. Además, para no quedarse al margen de la sanidad pública -y, en consecuencia, del mercado-, la práctica totalidad de los más de 17.000 medicamentos de marca han rebajado sus precios al menor fijado por el Gobierno, con lo que el boticario también los puede ofrecer a su clientela. El paciente, ante un mismo precio, tendrá la posibilidad de escoger si se queda con la marca o el genérico.

No obstante, toda regla tiene una excepción y en este caso está en manos del médico. Y es que el facultativo podrá prescribir al paciente el medicamento que considere más apropiado, al margen del precio de referencia y de si es marca o genérico, siempre que exista “una necesidad terapéutica justificada”, algo que hará constar en las recetas oficiales avalándolo con su firma.

Esta nueva forma de recetar, además de aliviar el bolsillo de las familias, incide en la carrera de la Administración autonómica de conseguir el máximo ahorro posible en la factura farmacéutica. Según las previsiones de la Conselleria de Sanidad, la medida permitirá ahorrar “unos 150 millones de euros” en el 2012. Una tendencia iniciada desde hace años con la prescripción de genéricos. Tanto es así que, según las mismas fuentes, la Comunitat Valenciana es la tercera autonomía española en la que más ha crecido el consumo de genéricos durante el 2010, con una subida del 42%. Un consumo que ha supuesto un ahorro de “171 millones de euros” y ha contribuido a la contención del gasto farmacéutico. Estas cifras, como remarcaron desde Sanidad, son el resultado de una serie de medidas aplicadas para estimular la prescripción de genéricos, que ha pasado del 7% en el 2004 al 22,37% a finales del año 2010.

A quien parece que no les salen las cuentas es a los farmacéuticos, que denuncian “bajadas de precio constantes” que merman cada vez más su margen de beneficio. El presidente del colegio castellonense, Jesús Bellver, explica que “el margen legal es el 27,9%, pero el real se sitúa entre el 20 y el 21%, y así un servicio de calidad como el que conocemos no se puede mantener”.

CONGRESO NACIONAL // Una situación que prevén debatir en el congreso nacional que acogerá Castellón los próximos días 17 y 18 de noviembre. En este se reunirán más de dos centenares de personas, entras las que habrá representantes de Farmaindustria, de la asociación nacional de fabricantes de genéricos, del sector de la distribución y colegiados. H