Los municipios ubicados en las zonas eólicas castellonenses temen ya el impacto que la reforma eléctrica que ultima el Gobierno tendrá en sus arcas. De hecho, algunos ya tienen constancia de que esto va a repercutir.

El presidente de la Mancomunitat de Els Ports (que reparte fondos de los parques eólicos entre los municipios), Santi Pérez, indica que en la última reunión con dirigentes de Renomar (que gestiona los parques de toda la comarca: las zonas I, II y III), estos ya le transmitieron su intención de recurrir la aportación de la empresa al Fondo de compensación del plan eólico. Este es el instrumento con el que la Agencia Valenciana de la Energía (Aven) compensa a los municipios por la instalación de los aerogeneradores, las subestaciones y las líneas de alta tensión. El fondo, obligatorio por ley, establece un canon de 2,65 euros por cada kilovatio instalado (cada molino tiene una potencia de entre 850 y 2.000 Kw y los parques provinciales tienen entre 10 y 33 molinos cada uno).

Dado que la reforma eléctrica reducirá la rentabilidad de las instalaciones, los dirigentes de Renomar transmitieron a Pérez que piensan recurrir la ley “porque ha cambiado la situación y las primas no tienen razón de ser”, transmite el también alcalde de Forcall. Al sur de la provincia, su homólogo de Barracas (municipio de la zona eólica VI), Antonio Salvador, está “pendiente” de las empresas (Acciona y Enel Green Power), de las que espera noticias “por la reforma”.

ingresos clave // No es para menos puesto que, como señala Pérez, “para la mayoría de los pueblos del interior, el fondo de compensación es un ingreso importante”. Y es que, en virtud del año pasado, el fondo repartirá 1,42 millones entre los municipios castellonenses para inversiones de diversos ámbitos. Cuando esto se materialice (este año tienen que solicitar todavía las ayudas del 2012, denuncian los alcaldes), la Aven habrá repartido 5,5 millones de euros.

También son importantes los impuestos que las firmas pagan a los ayuntamientos en virtud de los parques eólicos: el IBI de características especiales y el IAE. El primero no cambiará, pero el segundo sí, porque se paga en función de la producción eléctrica. Y si se producen paralizaciones en los parques, algo que ya prevén las empresas, los ingresos municipales se reducirán.

Y estas paralizaciones irán a más. El presidente de Avaesen, Marcos Lacruz, prevé que, cuando se revise la reforma eléctrica dentro de tres años (como esta misma ley prevé), los parques que se inauguraron en el 2006 dejarán de percibir primas. No en vano, con su entrada en vigor “ya no las cobrarán los que comenzaron a funcionar en el 2004” (no hay en la provincia) porque el Gobierno estima que ya han alcanzado su cuota de rentabilidad. “La cuenta es fácil”, concluye. H