Como dice el viejo dicho, más vale prevenir que curar. De ahí que, desde hace unos años, la agrupación de Protección Civil de Vila-real, y a su frente Ismael Solsona, se implicara en el continuado proceso de formar a la comunidad educativa para hacer frente a cualquier situación de riesgo o accidente en los diferentes colegios e institutos de la ciudad.

Y en ese mismo proceso son indispensables los simulacros de evacuación de los centros, que los escolares viven con especial ilusión, bien sea por lo novedoso de la actividad o porque, por unos minutos, dejan los pupitres y las pizarras para hacer algo muy distinto.

A este respecto, Solsona explica que durante el primer trimestre del curso realizan “una ronda de simulacros, que tienen por objetivo conocer si el protocolo que siguen los colegios es bueno o tiene carencias y defectos que hay que corregir, con la única meta de que los mecanismos que se pongan en marcha en el caso de que sea necesario funcionen correctamente”.

De esta forma, no solo se enseña a los alumnos y profesores a adquirir habilidades para enfrentarse a situaciones extremas, sino que “se les evalúa y se les explica a los docentes qué es lo que se está haciendo mal, qué hay que mejorar y cómo se puede solucionar”, explica el responsable vila-realense de Protección Civil, quien añade que “también se generan nuevas metas a superar el próximo curso y que se analizarán en las siguientes visitas programadas”.

COORDINACIÓN // En cualquier caso, los integrantes de Protección Civil no son los únicos que participan en estas maniobras. “Intentamos coordinarnos con otros medios, como son los bomberos o la Policía Local, para que el simulacro sea lo más verídico posible y para establecer un protocolo común que todos los colectivos conozcamos a la hora de tener que actuar en un caso real”.

Los colegios Escultor Ortells y Jaude British School son de los primeros en participar. H