El mercado de antigüedades y segunda mano que se instala todos los domingos en la plaza del Llaurador de Vila-real es un éxito. Así lo confirma el edil de Economía, Pasqual Batalla, de cuya concejalía depende el área de Fires i Mercats, desde donde constatan que las peticiones para instalar un puesto en este espacio al aire libre van en aumento, año tras año, y ya alcanzan las 44, de un máximo de 50 permitidas.

“Desde hace un par de ejercicios, se ha notado especialmente la continuidad en el incremento de peticiones”, explica; al tiempo que destaca que “se trata de un mercadillo muy dinámico”.

Así, en este recinto, las solicitudes se renuevan de forma trimestral, ya que “tenemos desde anticuarios que llevan más de 30 años hasta personas que vienen a vender artículos de una casa heredada o que han hecho limpieza de la cochera y solo se quedan un periodo corto de tiempo”.

“En este momento tenemos 44 licencias concedidas, de las 50 que permite la ordenanza reguladora para la venta no sedentaria”, indica Batalla, quien asegura que “entre los vendedores predominan los hombres, con 34; frente a las mujeres, 10 en total; y la media de edad es de 50 años”.

Asimismo, en cuanto a procedencia, casi dos tercios son personas nacidas en Vila-real, Castellón o provincia y el resto son originarias de otros puntos de España o el extranjero. No obstante, 17 son residentes en Vila-real, 12 viven en Castellón, cuatro en Burriana, tres en Almassora y los siete restantes en otros municipios de la provincia, según se desprende de los datos aportados por el área.

“Es un mercado con mucha rotación de expositores pero con productos cuya calidad ha mejorado mucho y en ello hemos puesto nuestro empeño a la hora de hacer cumplir la ordenanza”, afirma Batalla, quien señala que “se trata también, casi, de un mercado ecológico, ya que hay artículos -bien sea muebles o electrodomésticos- en buen estado que se pueden usar, evitando que acaben en la basura, dándoles una nueva vida”, concluye. H