Cientos de ciudadanos de Vila-real mostraron este miércoles su consternación, de forma directa o a través de las redes sociales, por el fallecimiento, a los 65 años, del primer teniente de alcalde y portavoz de Compromís en el Ayuntamiento, Pasqual Batalla. Las muestras de dolor se sucedieron durante toda la jornada en Ca la Vila y el tanatorio, donde le velaban su esposa Sari y sus hijas, Roser y Lledó. Y entre quienes transmitieron su pésame a la familia y a la corporación también estuvo el presidente de la Diputación provincial, Javier Moliner.

Batalla luchó con dignidad y con la positividad que le caracterizaba contra el cáncer que se le detectó en verano del 2016. Y así lo reconocieron tanto sus compañeros de corporación como sus familiares y quienes le conocían.

El primer homenaje que se le rindió desde el Ayuntamiento en el que ejerció como edil durante 18 años --desde el 2011 como primer teniente de alcalde-- se tradujo en forma de senyera local izada a media asta y un respetuoso minuto de silencio, en el que estuvieron presentes todos los integrantes de la corporación, sin distinción de color político; así como el conseller de Educación, Vicent Marzà, y la vicealcaldesa de Castellón, Ali Brancal, además de su compañera de viaje político durante años --cuando ejercieron de ediles del Bloc Nacionalista Valencià--, Mari Gràcia Molés.

VALORACIÓN

«Con el fallecimiento de Pasqual Batalla, Vila-real pierde un gran defensor de nuestra ciudad. Nadie como él ha representado tan bien la defensa de nuestras señas de identidad, los valores y la idiosincrasia vila-realense, nuestras tradiciones y lengua, en definitiva, de nuestro pueblo», aseveró el alcalde, José Benlloch, en su posterior y emocionada comparecencia ante los medios, momento que aprovechó para agradecer al que fuera su mano derecha en el equipo de gobierno su «gran calidad humana y el amor por su tierra».

Y añadió: «Además de un gran político, ha sido una buena persona y un gran amigo, un maestro y un padre para todos nosotros. Se convirtió en una pieza clave en el pacto de progreso firmado en el 2011 y en la tarea de hacer que nuestra ciudad avance».

LA DESPEDIDA

Para hoy, jueves, el consistorio ha programado una despedida de Batalla que se prevé multitudinaria. De esta forma, a partir de las 10.00 horas se abrirá la capilla ardiente en el vestíbulo de Ca la Vila, motivo por el cual queda suspendido el servicio de Atenció i Tràmits, si bien sí que estará abierto el registro municipal, de las 8.30 a las 13.30 horas, aunque en las dependencias del PROP situado en el número 38 de la calle Josep Ramon Batalla.

Y, a las 12.00, su féretro saldrá del consistorio, acompañado por amigos y compañeros de corporación, hacia la iglesia arciprestal, donde le esperarán a la puerta sus queridos gegants --Pasqualet, Marigracieta, Jaumet y Pinella-- de los que se sentía especialmente orgulloso y de los que fue el impulsor de su restauración.

Un corto desfile en el que también le acompañarán aquellas entidades vila-realenses a las que estuvo profundamente ligado, como la Congregació de Lluïsos, Apaval, Purisimeras o Colla Gegantera, entre otras muchas.

«Hemos perdido a un gran amante de Vila-real, un hombre con un compromiso férreo con su tierra, un trabajador incansable hasta sus últimos días», apostilló el portavoz de Compromís, Xavier Ochando. «Sobre todo, se nos va un padre», añadió.