Poner fin a los saltos y las prácticas de riesgo que muchos jóvenes realizan cada verano en el Assut y en zonas prohibidas al baño en el río Millars, burlando las medidas de seguridad. Este es el objetivo marcado desde el Ayuntamiento de Vila-real. Para ello, la Policía Local ha incrementado en los últimos tiempos las medidas preventivas de vigilancia, tras detectar que algunos adolescentes no solo se cuelan en espacios peligrosos del paraje, sino que además se graban saltando al agua y difunden los vídeos en las redes sociales, donde cada día aumenta el número de seguidores.

La concejala de Seguridad Ciudadana, Silvia Gómez, explica que se han reforzado «los accesos a zonas como Els Matxos, donde hace dos años murió un joven de Nules de 19 años». Además de cerrar el paso con cinta de balizamiento de la Policía, «se han reubicado los carteles que prohíben la entrada, pero los saltadores, además de arrancarlos, buscan alternativas para colarse».

Por este motivo, establecen un dispositivo especial y preferente que cuenta con un punto fijo de vigilancia durante varias horas al día en la zona, y otro que se desplaza de manera intermitente por otras áreas, con la colaboración de la Policía Rural y la Unidad de Respuesta Policial (URP).

CONCIENCIACIÓN / «Lo primero que queremos es que estos jóvenes entren en razón y vean que no solo se están saltando las normas, sino que corren un gran peligro, ya que además de poner en riesgo su vida, también juegan con la de otras personas», afirma la edila. Por este motivo, tras identificar a los saltadores y a los convocantes y seguidores a través de las redes sociales, los agentes se han entrevistado con algunos, para advertirles del peligro que corren.

También se ha contactado con sus padres, citándoles para que la próxima semana acudan a la sede de la Policía Local junto a sus hijos --parte de ellos son menores de edad-- para mantener una reunión informativa en la que tratarán la situación y expondrán las consecuencias a las que se enfrentan si no cesan su actividad.

Gómez especifia que estudian «sancionar a los saltadores en aplicación de la Ley 13/2010, de 23 de noviembre, de la Generalitat, de Protección Civil y Gestión de Emergencias, que considera infracciones graves la realización de actos negligentes o contrarios a las recomendaciones, que provoquen la movilización de los servicios de intervención». Las infracciones llevan aparejadas multas de 6.001 a 150.000 euros.

Desde el área advierten de que el río, «aunque parezca tranquilo es inestable, puede haber corrientes y remolinos que les impiden salir del agua o pueden golpearse con las rocas, algo que nos tiene realmente preocupados».