La Universitat Popular de Vila-real celebra su sexagésima edición con aires de cambio cara a la próxima edición, que llegarán a la ciudad con la entrada del 2016. La razón no es otra, según explica la concejala de Educación, Rosario Royo, que intentar “llegar al máximo número de personas que les pueda interesar la formación que desde aquí ofrecemos de una manera más próxima y cercana, a la vez que conseguimos optimizar los recursos”.

Por ello, el objetivo que se persigue desde el departamento de Educación, responsable del desarrollo de esta actividad, es conseguir una descentralización de las actividades que se imparten para distribuirlas, “en la medida que ello fuera posible, y siempre de acuerdo con los responsables vecinales”, entre las distintas sedes de las asociaciones de barrio que a día de hoy tiene la ciudad.

“Tenemos que ver las características con las que cuentan cada una de estas dependencias, su accesibilidad, así como también conocer de antemano el interés que podría suscitar alguna de las disciplinas que se imparten desde la universidad entre los vecinos de la zona. De hecho, ya hay dos asociaciones como son la del barrio del Hospital y la del Pilar, que realizan allí los talleres de la Universitat Popular sobre aplicaciones de bolillos”, señala.

Porque, en su opinión, esta medida “creemos que puede ser una buena manera de que los vecinos y vecinas que no tengan tanta facilidad para desplazarse puedan acceder a los talleres y actividades que programamos. Por lo tanto, podrían animarse a inscribirse en nuevas ediciones de la Universitat Popular, aunque algunas clases, como las de Informática, no podrían trasladarse a los barrios por cuestiones de logística, pero otras, sí”, señala la edila.

25 cursos // Royo también ha querido resaltar que en esta edición, donde han quedado vacantes 68 plazas de las 364 finalmente ofertadas entre los 25 cursos que están en marcha, vuelven a ser las clases vinculadas a la formación en nuevas tecnologías, así como inglés para viajeros o los bailes latinos las que han vuelto a colgar el cartel de completo.

En el polo opuesto, en cuanto a la demanda se refiere, se encuentran las propuestas vinculadas con el aprendizaje de la técnica de bolillos, algunos de pintura o el curso de perfeccionamiento de italiano para viajeros, que cuenta con seis vacantes de las 15 plazas que salieron para matrícula. H