Una joven fallece tras renunciar a la quimioterapia para dar a luz a su hijo

La italiana Azzurra Carnelos, de 33 años, murió a causa de un cáncer de mama después de interrumpir su tratamiento para ser madre

Azzurra Carnelos.

Azzurra Carnelos.

Azzurra Carnelos, de 33 años de edad, recibió el diagnóstico de cáncer de mama hace cinco años, en 2019. Decidió enfrentar el tratamiento de quimioterapia, el cual pareció funcionar y la enfermedad parecía haber sido vencida. Tres años más tarde, se casó y quedó embarazada, trayendo una gran alegría a su vida y la de su pareja. Sin embargo, su sueño de convertirse en madre se vio truncado de la peor forma posible.

Durante una revisión médica, Azzurra descubrió con preocupación que el cáncer había regresado de forma más agresiva que antes. A pesar del temor, decidió continuar con su embarazo hasta la semana 32, suspendiendo la quimioterapia por miedo a los posibles efectos en el feto. Los médicos del servicio de Neonatología del Hospital de Treviso optaron por adelantar el parto para que Azzurra pudiera comenzar nuevos tratamientos contra el cáncer.

Azzurra demostró una fuerza y valentía admirables, siempre manteniendo una sonrisa a pesar de las circunstancias difíciles. Disfrutó cada momento junto a su hijo, Antonio, quien ahora tiene ocho meses y se encuentra en perfecto estado de salud, según cuentan sus amigos y familiares.

El primer tumor fue descubierto de manera premonitoria por Azzurra, quien tuvo un sueño donde su abuela Nori, fallecida por cáncer de mama, le aconsejaba hacerse una mamografía para descartar la enfermedad. Siguiendo este consejo, se sometió a la prueba, confirmando el diagnóstico de cáncer de mama, una enfermedad que en ocasiones puede ser hereditaria.

Lamentablemente, el sueño premonitorio no pudo salvar su vida. Temiendo por la salud de su hijo, Azzurra decidió postergar su tratamiento hasta después del parto. Sin embargo, el cáncer resultó ser más agresivo de lo esperado y se llevó a esta joven madre a los 33 años de edad. Ahora, el pequeño Antonio llevará siempre consigo la sonrisa y el coraje de su madre.