Poder salir a tomar un café en una terraza tras meses de encierro, comprarse un pintalabios, un dulce o pasar unos días en casa de un familiar son placeres sencillos que cobran valor para los internos en residencias de la tercera edad y otros centros que apenas han podido salir tras un año de pandemia, salvo para urgencias médicas. Todo por la salud y por no exponer a una población de riesgo que ahora, con la vacunación avanzada, se beneficia del aligeramiento de algunas medidas y que les permitirá gozar de un poco más de libertad, cumpliendo los requisitos que marca la resolución publicada hace una semana por la Conselleria de Igualdad.

Sea como fuere, las nuevas medidas suponen algo de oxígeno. Y es que muchos llevan más de un año sin salir de las instalaciones donde les cuidan, salvo si existe alguna urgencia o cuestión médica. María Jesús Padilla (de 84 años), interna en la residencia de la tercera edad de Burriana, cuenta que lleva 14 meses sin salir y su mayor deseo tampoco es salir para un día sino que le encantaría poder ir el próximo verano de visita a Huesca, de dónde es originaria.

Una hoja de deseos

Cada cual tiene sus sueños y sus deseos, que se vieron truncados por la pandemia. Visto el nuevo protocolo, las residencias, junto a los centros de día, viviendas tuteladas y CEAM-CIM han estado preparándose esta semana para comenzar a implantar las novedades. Han informado a los residentes más autónomos que podrán recobrar sus salidas habituales y muchos ya se han apuntado a un tablón para ir planificando las peticiones. 

Las nuevas medidas, eso sí, se aplicarán siempre sujetas al nivel de incidencia covid-19 del municipio donde esté el centro de tercera edad, si este está libre de coronavirus y el grado de vacunación de esa residencia. Letra pequeña a contemplar en cada acción.

A grandes rasgos, y si se cumplen ciertos requisitos, las visitas de familiares a internos del centro ya no serán de uno solo sino que podrán entrar más integrantes, siempre que sean de la misma unidad familiar. Además, esas visitas a las residencias continuarán siendo igual con cita previa, preferiblemente en espacios abiertos y siguiendo las medidas de higiene y protección de mascarilla y sin establecer el ansiado contacto físico, para prevenir contagios, igual que ocurre afuera de sus puertas.

Cristal y teléfono

En estos días de transición se producen situaciones en las que prima el sentido común y la seguridad. Gloria, hija de Mª Teresa Bodí, de 86 años, ha ido a visitarla con la preceptiva mascarilla. También ha ido con su tía, pero esta se queda afuera y a través de un cristal y vía teléfono se comunica con ella. «Tienen muchas ganas de verse. desde hace demasiado tiempo que no se ven en persona. Le hacía mucha ilusión. Y a ella le hace mucha falta salir. Lleva encerrada un año aunque nos vemos de visita cada 15 días», manifiesta Gloria.

Con la nueva normalidad para estos centros de mayores, también cabrá la posibilidad de que el residente pernocte fuera, en casa de un familiar, hasta tres noches sin que al volver sea necesario el aislamiento ni pruebas. 

En la ampliación de salidas ordinarias de personas más autónomas o con la familia, al volver, se elimina la obligatoriedad de la ducha. En esta primera semana de cambios de protocolo covid, Dolores Rojas Ortega, de 91 años, es una de las usuarias del centro residencial Savia Castalia, de Castelló, que ya ha podido disfrutar de un paseo y charla con su hija María Dolores en un parque en Castelló, con merienda al aire libre;y con otro familiar y su perro. Aire necesario tras meses duros.

 Pura Castro, directora de la residencia de la tercera edad en Burriana, recuerda cómo el centro se cerró al exterior en marzo del 2020. Otra fecha que no olvida es el 7 de abril, con la primera persona fallecida. Seguían sin poder salir y con las visitas prohibidas de familiares. «Los primeros nueve muertos, que los tenemos en el alma, no pudieron despedirse de sus familiares. Eso fue terrible, lo más duro. Más adelante ya se permitió, entrando con traje EPI, dar ese adiós», rememora.  

Casos en Burriana

Ahora, con todo listo en la residencia de la Generalitat en Burriana para las nuevas salidas la semana próxima, los planes se han truncado a última hora. Tras detectar presencia covid en aguas residuales, saltaron las alarmas y los planes. El viernes se confirmaban cuatro residentes positivos asintomáticos, los únicos detectados --a falta de 10 resultados, ningún interno más tiene-- entre más de 150 PCR realizadas a usuarios y personal. Se suspenden las visitas y salidas, por supuesto, mínimo 15 días, a la espera de evolución. «Afortunadamente, los usuarios con covid se encuentran muy bien. Están aislados. Las vacunas son efectivas, no tienen fiebre ni malestar. Hemos informado a los familiares, contactos y visitantes;y a la alcaldesa. Burriana está en nivel 2».

Los internos habían hecho planes pero esperan que todo pase y solo se posponga todo. «Todas las salidas estaban organizadas, según el perfil (más autónomos o tutelados), planificábamos actividades en grupo en el exterior. E igual que las visitas, para las que damos cita por teléfono y elaboramos un calendario», cuenta Castro. Con un 10% permitido de visitas diarias respecto a los residentes, les correspondían 14 por jornada. Todo queda en estand by.

En la residencia municipal de Almassora, su directora, Eugenia Gómez, explica que también están planificando «las primeras salidas con familiares según el nuevo protocolo, que se solicitarán a dirección. Hasta ahora el familiar acudía al centro y veía al residente través de un cristal». Y cuando un interno volvía de una visita, «se le duchaba y ahora la normativa quita esa obligatoriedad».

 Y en Castelló, la directora del centro residencial Savia Castalia, Macarena Barchín, expone que «por ahora, las visitas de familiares al centro se siguen organizando en el jardín. Les separa una valla. No se tocan y se mantiene la distancia». Continúan haciendo vídeollamadas con las familias y preparan salidas de ocio al aire libre:«El martes queremos llevarlos al Pinar para una merienda saludable y frontogimnasia con los técnicos».

Considera la apertura «un paso importantísimo». «Hay personas que llevaban un año y pico sin salir. Es bonito que después de tanto tiempo sin poder verse algo tan sencillo como dar un paseo con una hija se convierta en algo tan extraordinario».