Hay un refrán que dice que como en casa, en ningún sitio. Y en el último año se ha hecho mucha vida en casa. Primero por el confinamiento y después por las medidas restrictivas, las familias han pasado más tiempo que nunca en su vivienda. Muchas han teletrabajado, otras han aprendido a cocinar y casi todas han ido de compras o han sido atendidas por un médico desde el sofá del salón. Y claro, pasar tantas horas en casa ha dado tiempo a pensar en todo lo que es mejorable en la cocina, el salón o la terraza. ¿La consecuencia? El sector de las reformas del hogar vive en Castellón un auge sin precedentes, hasta el punto que aseguran estar desbordadas y tienen incluso lista de espera. Lo nunca visto en la provincia. 

Los teléfonos de empresas como Fustecma, una de las referentes en el sector, llevan ya varios meses echando humo. «La demanda de reformas es espectacular y en estos momentos estamos hablando de un incremento de un 80% o incluso más. Nosotros nos dedicamos también al montaje de estands en ferias y exposiciones, pero esa pata del negocio ha caído mucho y todo el equipo nos hemos volcado en las reformas, el segmento que más crece», apunta José Matas, gerente una compañía con varias obras en marcha en Castelló pero también en Benicàssim, Burriana, Vila-real o Bextí. 

José Juan Muñoz, gerente de Construserca, tilda de «auténtica locura» el volumen de trabajo que tiene una empresa como la suya. «Estamos saturados. Llevo 14 años en el sector y nunca había visto una época con tanto apretón de trabajo», describe el empresario, quien enumera que en estos momentos tiene tres proyectos en fase de acabado y otros ocho o nueve para empezar a ejecutar.

Hasta ocho meses de espera

 Con tanto de volumen de demanda, buena parte de las empresas de rehabilitación y reformas dan fecha a sus clientes para dentro de cinco o seis meses. «Antes de la pandemia, lo normal es que desde que recibíamos la confirmación de un presupuesto hasta que empezábamos las obras pasarán dos o tres meses. Ahora estos plazos se han alargado y estamos dando fechas para final de año o incluso enero del 2020», añade Muñoz. La mayoría de clientes lo entiende y espera, otros consultan a otra empresa aunque prácticamente todas las compañías están igual. 

Las familias han tomado conciencia de lo que no les gusta de su casa y, encima, tienen dinero para acometer las obras. Desde que estalló la pandemia, los gastos en vacaciones, compras o salidas al restaurante se han reducido a la mínima expresión y parte de ese dinero ha acabado en la hucha del banco. «Hay muchísima gente que, como no ha podido salir de viaje y tampoco tiene ningún evento social, ha decidido invertir en mejorar su casa. Y además, lo hace a lo grande. Si antes ya tenía pensado cambiar la bañera por un plato de ducha, ahora cambia el cuarto de baño entero», explica Antonio Guijarro, responsable de Creativa Obras y Proyectos.

Pero, ¿qué reformas se demandan más en Castellón? Por lo general, las obras reina son cambiar la cocina, reformar por completo los baños, sustituir las puertas o ventanas por otras más actuales o tirar la pared que separa el salón de la cocina para convertirlo en un espacio diáfano. También arreglar el jardín (en caso de viviendas unifamiliares) o mejorar la piscina. El coste depende de la envergadura del proyecto, pero oscila entre 3.000 ó 4.000 euros por un baño completo o los 15.000 euros por una reforma en la cocina. 

«Tenemos proyectos para primeras residencias pero también para viviendas vacacionales, sobre todo, en Benicàssim», señala el responsable de Fustecma. Y aunque no es tan habitual, también hay familias de la provincia que se lían la manta a la cabeza y piden una reforma integral de su casa.

El sector de la reforma en Castellón lleva ya varios años en racha, pero ha sido en el último año cuando su volumen de pedidos se ha multiplicado. «Trabajo siempre hemos tenido. En la provincia hay muchísimas viviendas que tienen una antigüedad superior a los 25 años y hemos ido trabajando con normalidad, pero lo de ahora es una locura. Empezó el pasado verano, tras el confinamiento, y en los últimos meses la demanda ha vuelto a multiplicarse» , asegura José Juan Muñoz.

FALTA DE SUMINISTRO

Que exista un sector económico en Castellón al que las cosas le vayan muy bien siempre es positivo, pero la mayoría de empresas de reformas consultadas aseguran que todos los extremos son malos. Porque el aluvión de demandas de obras en el interior de las viviendas también tiene su parte negativa. «Algunos de los proveedores con los que trabajamos se están quedado sin estoc y eso puede acabar repercutiendo en los plazos que damos a nuestros clientes. Nosotros funcionamos mucho por el boca oído. Cuidamos todos los detalles, mimamos mucho al cliente y con el boom actual es muy difícil llegar a todo», apunta Gujarro. 

La locura por las reformas existe y, a corto y medio plazo, nada hace presagiar que la demanda aflojará. «En una época normal en nuestra empresa entraban uno y dos proyectos a la semana, ahora raro es el día en que no entre uno», cuenta el gerente de Construsercas, que ilustra con cifras el momento que vive el sector.