Su nombre es cotonet y desde hace un par de años trae de cabeza a los citricultores de Castellón. La plaga, importada desde Sudáfrica, está atacando sin piedad las naranjas y mandarinas de la comarca de la Plana , dejando la fruta amorfa e inservible, y provocando pérdidas millonarias en un sector que se enfrenta además a costes de producción cada vez más altos, precios de miseria y falta de relevo generacional. Los llauradors llevan meses avisando de que el insecto se expande sin control y ahora, y por primera vez, la Conselleria de Agricultura le ha puesto cifras al problema. En la zona de la Plana Baixa, la más afectada de la provincia, el Delottococcus aberiae ya está presente en casi nueve de cada diez parcelas y en el 17% de ellas, los daños causados por la plaga son incluso superiores al 50%.

En una respuesta parlamentaria a una pregunta del diputado y portavoz de Agricultura del PP en les Corts, Miguel Barrachina, la Conselleria de Agricultura reconoce que la plaga del cotonet afectó durante la campaña 2020-2021 al 88% de las parcelas citrícolas de las comarcas de la Plana Baixa y el Camp de Morvedre, está última en la provincia de Valencia. «En la segunda quincena de julio del 2020 se realizó una prospección de daños en diferentes parcelas de la zona citrícola afectada en estas dos comarcas que, con 24.000 hectáreas, representan el 8% de la producción citrícola española», explica en su escrito la Conselleria. El estudio in situ, realizado por técnicos del Servicio de Sanidad Vegetal de la Conselleria, determinó que en el 17% de las parcelas los daños por la plaga fueron superiores al 50%, en el 71% los daños fueron menores al 12% y, finalmente, en el 12% de las fincas no se encontraron daños por el cotonet.

Fruta deformada

En el escrito, firmado por la consellera de Agricultura, Mireia Mollá, se señala también que el 11% de los 140.000 frutos revisados estaba deformado, y según se asegura no es posible valorar la cuantía económica de daños y pérdidas. «No puede concretarse porque el impacto económico puede ser tanto directo como indirecto», se explica en la respuesta de la Conselleria.

El cotonet está activo durante el primer tercio del año y alcanza su máximo poblacional durante el mes de junio. Por eso, la Conselleria avanza en este mismo escrito que a partir del próximo julio tiene previsto realizar nuevas prospecciones para determinar los daños en la campaña 2021-2022.

Agricultura ha señalado cuántas parcelas citrícolas de la Plana Baixa están afectadas por el cotonet y la Unió de Llauradors ha hecho cálculos de lo que supone tratar de frenar el avance de la plaga. Según esta organización agraria, la lucha contra el insecto eleva en un 55% los costes de producción. Y cita un ejemplo. Cultivar un kilo de clemenules cuesta una media de 0,24 euros, una cantidad a la que hay que sumar los 0,14 euros que supone por kilo los tratamientos contra la plaga. En total, 0,38 euros, más del doble de la cotización de la fruta en el campo, que se ha liquidado a 0,18 euros.

El cotonet no da tregua y las asociaciones de agricultores de Nules y Burriana, que han encontrado un método para combatir la plaga más barato y efectivo que los de trampas y feromonas, siguen esperando respuesta de la Conselleria. «Hemos pedido dos veces a la consellera que se reúna con nosotros y no nos contesta. Su actitud es de desprecio a los productores»», critica Pepe Monteagut, presidente del colectivo de Nules.