El freno de esta quinta ola del coronavirus está siendo lento y, a pesar de que la tendencia al alza de las últimas semanas parece haberse ralentizado, todavía las cifras sobre la evolución de la pandemia referidas a la provincia resultan preocupantes. La bajada en los positivos en la mayoría de localidades más pobladas de Castellón es una realidad, aunque esta está siendo muy poco a poco sin conseguir doblegar del todo la curva epidemiológica. Solo cuatro grandes municipios presentan un incremento de infectados desde el pasado viernes teniendo en cuenta las cifras actualizadas ayer por la Conselleria de Sanitat. 

Se trata de Castelló que suma 1.046 casos y llega a una incidencia acumulada de 600 casos por cada 100.000 habitantes, Benicarló que contabiliza 194 positivos, Orpesa notifica 128 y l’Alcora 56. En cuanto a la capital de la Plana, los agentes de la Policía Local llevaron a cabo el pasado mes 81 propuestas de sanción por incumplir las medidas de prevención de la pandemia, la mayoría por consumo de alcohol en la calle. El Centro de Coordinación Operativo Municipal del Ayuntamiento de Castelló (Cecopal) se reunió ayer para valorar la situación de la pandemia en la capital y seguir reforzando la vigilancia policial para controlar y sancionar los botellones y las aglomeraciones. La alcaldesa, Amparo Marco, llamó a a no «relajarse ni bajar la guardia» porque el covid sigue.

De estas, solo Orpesa cuenta con toque de queda, desde las 01.00 a las 06.00 horas. De las 11 localidades con esta restricción a la movilidad nocturna solo se observa un cierto incremento en esta y en Almenara (27).

Por tanto, se observa una tendencia a la baja en las nueves restantes: Vinaròs (187), Peñíscola (84), Alcalà (54), Torreblanca (19), Burriana (210), Onda (91), Borriol (18) y Vila-real que contabiliza 298 positivos con una incidencia acumulada que baja de los 600 puntos hasta los 580 casos por cada 100.000 habitantes.

A este listado se añadirían otras poblaciones sin toque de queda en vigor como Almassora con 179 positivos, la Vall d’Uixó con 122 o Nules con 66.

Hay que recordar que el grueso de los contagios de esta quinta ola se están produciendo entre los más jóvenes que no están vacunados. Una cierta relajación en las medidas anticovid y la irrupción de la variante delta explican esta explosión de contagios.

Restricciones contra el coronavirus

Sobre el fin de las actuales restricciones, como el toque de queda, el cierre del ocio nocturno o la limitación de las reuniones a un máximo de 10 personas, que siguen vigentes hasta el 16 de agosto, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, insistió ayer en que todavía «estamos en un momento de máxima alerta y prudencia» por la movilidad asociada a las vacaciones, ya que «en muchos municipios se ha duplicado, triplicado o cuadriplicado la capacidad demográfica».

«Tenemos que ser muy prudentes», alentó Puig recordando que la pandemia no ha pasado y hay muchos jóvenes que siguen contagiándose porque no tienen la pauta completa. A su juicio, todos los valencianos deben ser conscientes de que hay que extremar la protección y llevar la mascarilla siempre que no se pueda garantizar la distancia de seguridad.

En este sentido, el jefe del Consell auguró que desde esa perspectiva se podrá «abordar el futuro y empezar a levantar las restricciones» cuando la inmunidad esté garantizada». Eso sí, Puig recordó que estas limitaciones se basan en la corresponsabilidad y son necesarias porque están «avaladas por los resultados».

De este modo, todo apunta a que, a partir del 16 de agosto, las limitaciones anticovid se prolongarán, aunque falta por clarificar si con alguna relajación o el verano acabará con las mismas medidas que hay fijadas desde principios del pasado mes de julio.