Vivir en una casa de alta eficiencia energética y conseguir reducir gracias a sus equipamientos la factura mensual es todavía una práctica poco común en Castellón. El parque inmobiliario envejecido, el coste económico de renovar instalaciones por otras más eficientes, las pocas promociones nuevas que apuestan por la sostenibilidad o la falta de concienciación son factores que influyen.

Las casas que cuentan con etiqueta energética A, B y C --las de mejor nota-- en la provincia de Castellón y que, por tanto, contribuyen a que sus propietarios ahorren energía son 4.676 --tras producirse un incremento de más del 20% en el último año de la pandemia--, según los últimos informes disponibles de la Generalitat.

Estos inmuebles más eficientes apenas suponen cinco de cada 100: el 5% del total de los 86.439 que cuentan ya con el certificado desde que se instaurara su obligatoriedad en el 2013, por ejemplo, a la hora de vender un piso, y que debe constar ya en el anuncio. 

Pocas con un '10'

Y de las súper eficientes, las de calificación máxima A, apenas existe un reducto: solo 82 en todo Castellón al cierre del pasado ejercicio. Con todo, es una cifra de récord, la mayor de toda la serie histórica. En el 2013 solo había cuatro; subieron a 22 en el 2016 y llegaron a escalar al pico de 58 en el 2019. Unos datos que se volvieron a superar en otro año consecutivo, con 82, además, coincidiendo con el crítico 2020 de la crisis del coronavirus. 

La tendencia podría ir a más en los años venideros, con los fondos de Europa para rehabilitación energética. Y con el precio de la electricidad y del gas disparados, que invita a planteare invertir en sostenibilidad como un modo de ahorrar consumo a medio o largo plazo y, por ende, de rebajar unos cuanto euros de la factura. 

Pero, ¿cuál es la tendencia actual en Castellón en utilización de sistemas de eficiencia energética en la construcción nueva o en reformas? ¿Qué equipamientos o sistemas son los que más se instalan? Desde la Asociación Provincial de Empresas de la Construcción de Castellón (Apecc), su tesorero, promotor y experto en edificación, David Ruiz, explica que, hoy en día, «la nueva construcción viene condicionada con las altas exigencias que en este campo impone del Código Técnico de la Edificación». «Este código ha ido evolucionando en los últimos años, es cada vez más exigente, siendo la tendencia que el edificio tenga un consumo nulo, es decir, que se instalen placas solares o mecanismos similares, capaces de abastecer la energía que necesita el edificio para sus elementos comunes». «Ahora mismo, los sistemas más instalados para ahorro energético son las aerotermias para agua caliente sanitaria y también se empieza a instalar aire acondicionado con aerotermia», remarca Ruiz.

El Código Técnico de la Edificación sufrió su última modificación en septiembre del 2020 y cada variación es para obtener un mayor ahorro energético del edificio, según explica el portavoz de Apecc. Desde el sector apuntan que «esta normativa no establece equipos concretos, tan solo paramentos técnicos que se han de alcanzar en función de muchas variables: situación del edificio, orientación, espesores/aislamiento de cubierta y de fachada, etc. El IVACE es el organismo Valenciano de control que supervisa todos los proyectos y la justificación de estos para lograr la calificación energética obligatoria por ley».

Cambio de electrodomésticos

Por otro lado, en su opinión, ante la escalada de precios de la energía, «es posible que en el ámbito privado y como consecuencia del incremento del precio de la energía, se tienda a sustituir electrodomésticos que supongan un ahorro energético. En el ámbito empresarial y en empresas cuya materia prima fundamental sea la electricidad, también es posible que busquen alternativas de ahorro».

Según el último estudio inmobiliario elaborado por el Observatorio Aedas Home, y publicado el pasado julio, «más de la mitad de ciudadanos, seis de cada diez españoles, estarían dispuestos a incrementar su presupuesto para comprar una vivienda en 22.600 euros si se trata de una residencia eficiente y sostenible, teniendo en cuenta que el precio medio de la vivienda libre según el Ministerio fue, en el primer trimestre del año, de 168.557 euros».